La cecilia es uno de esos extraños animales de los que muy pocas personas conocen. Incluso, su aspecto es tan parecido a las culebras y a los gusanos, que muchos suelen confundirlas con este tipo de especie. Pero este no es el caso, ya que la cecilia pertenece al grupo de anfibios, y se estima que existen 200 especies aproximadamente.
Su curiosa apariencia lo diferencia de la mayoría de los otros anfibios, pues son criaturas grandes, largas y sin patas. También suelen ser poco visibles, por lo que hallarlas se convierte en una tarea difícil, especialmente para los científicos, por ello, la información sobre esta especie es bastante escasa.
Características físicas de las cecilias
Las cecilias son anfibios de la orden gimnofiones (Gymnophiona) y su aspecto se caracteriza por:
- Cuerpo grande, largo y ágil, por lo que tienen cierto parecido a las serpientes y los gusanos. Su tamaño varía entre los 12 cm hasta llegar a un máximo de 1.5 metros de longitud.
- Su piel es bastante lisa y húmeda, sin escamas, se asemeja a una barra de jabón.
- Tienen ojos muy pequeñitos y cubiertos de piel, razón por la cual se dice que son casi ciegas.
- No tienen patas, lo que les permite moverse de forma muy similar a las serpientes.
- Existen cecilias de colores variados: pueden ser negras, grises, azuladas o rosadas. ¡Este tipo de coloración les ayuda a camuflarse en cualquier entorno!
- Las cecilias tienen una piel muy dura en la región cefálica, debido a que está unida con el cráneo, y esto les facilita el sentir lo que hay a su alrededor.
- Cuentan con un par de tentáculos diminutos ubicados a cada lado de la cabeza, y con ellos detectan la comida, lo que les permite adaptarse a una vida bajo tierra.
- Poseen dientes pequeños y afilados que les ayudan a conseguir fácilmente a sus presas.
- Las glándulas que poseen sirven para hidratar su piel y secretar sustancias defensivas que tienen gran utilidad al momento de cazar.
Dónde viven las cecilias
Las cecilias son muy difíciles de encontrar, así que si quieres ver a este interesante anfibio, te advertimos de que tardarás un tiempo. Pero, ¿qué más puedes saber sobre ellas para poder encontrarlas? Pues que son animales excavadores y que su lugar seguro es bajo tierra, en el suelo, debido a las condiciones que tiene el suelo y a ese ambiente oscuro en el que pueden hacer uso de su olfato a través de sus tentáculos químicamente sensibles.
Observar a las cecilias es complicado, pues a muchos les parece que son especies casi invisibles al vivir tan enterradas en el suelo. No obstante, las cecilias también pueden encontrarse en el suelo de las selvas tropicales, lechos de hojas, e inclusive en algunas zonas con vida acuática como los estanques o los ríos.
Las regiones tropicales más húmedas del mundo son los lugares perfectos para que las cecilias encuentren su hábitat ideal, como por ejemplo: África, India, Sudeste Asiático, América Central y América del Sur.
Qué comen las cecilias
Según las escasas investigaciones que existen sobre este misterioso anfibio, las cecilias son consideradas especies predadoras oportunistas, es decir, la captura del alimento que comerán depende del tamaño de este. Comen lombrices, insectos, termitas, arácnidos, grillos, saltamontes y hasta roedores, lagartijas pequeñas u otros anfibios.
En cuanto a la captura de su alimento…, ¡las cecilias usan su saliva potente para paralizar a la presa y poder tener una mejor digestión!
Otras curiosidades sobre las cecilias
- Las cecilias, a pesar de ser anfibios, presentan una cierta rareza en la reproducción. Lo increíble y curioso de este proceso vital de las cecilias es que algunas, cuando nacen sus crías, las cuidan de una forma especial, permitiéndoles que se alimenten de su propia piel, ¡lo que produce un líquido parecido al de la leche!
- Poseen también un camuflaje extraordinario que les permite esconderse de los depredadores de una forma fácil, debido a su característica forma y coloración.
- El anfibio cecilia, como veíamos, se puede confundir con facilidad con gusanos y serpientes, ya que su aspecto es muy similar, lo que hace que este animal resulte todavía más desconocido.
- Además, al igual que las últimas, las cecilias utilizan sus secreciones orales para defenderse de los enemigos y para cazar sus presas. ¡Saben defenderse muy bien!