Seguramente habrás escuchado más de una vez hablar sobre un animal que es conocido por ser muy rápido y tener demasiada fuerza. De hecho, es tan, pero tan enérgico, que se le compara con un automóvil… ¡y se trata del caballo!
Este mamífero tiene ciertas características que lo convierten en uno de los más interesantes de todo el reino animal. Si alguna vez has podido ver uno de cerca, seguro que te habrán maravillado sus grandes músculos y su altura, así como su aspecto a veces fiero y salvaje. Sin embargo, debes estar tranquilo/a, pues por lo general los caballos son seres muy amigables y nobles a los que hay que tratar con delicadeza y con mucho cariño, y ellos darán mucho a cambio.
Los caballos, además, tienen un tamaño que puede llegar a los dos metros y medio, lo que significa que son mucho más grandes que un león. Su pelaje es suave y puede tener varios colores, desde el negro hasta el plateado. En cuanto a su manera de ser, los caballos tienden a la tranquilidad, pero si tienes que acercarte a uno recuerda hacerlo con seguridad y respeto, ya que de lo contrario es probable que el caballo tenga miedo y quiera huir.
Qué comen los caballos
Si bien es verdad que nuestros queridos equinos –como también se les llama- comen pasto, su alimentación no es tan sencilla como parece. Como todos los seres vivos, tú inclusive, los caballos necesitan asegurarse de comer lo necesario como para cubrir la cantidad de vitaminas y nutrientes requeridos para estar sanos.
Es por ello que se debe siempre prestar mucha atención a que reciban, además de pasto, granos, paja y heno. Quizá nunca escuchaste nombrar esto último, pero no te preocupes porque te explicamos lo que es: se trata de una hierba que se deja secar al sol hasta eliminar casi toda el agua que tiene dentro, lo que asegura que pueda guardarse por mucho tiempo y mantener así sus beneficios.
Dónde viven los caballos
Aunque se les puede encontrar en diferentes y de lo más variados parajes, la realidad es que su naturaleza es completamente salvaje. Esto significa que disfrutan viviendo en páramos lejanos, desiertos o incluso bosques.
En las temporadas en las que hace mucho frío, los caballos se alejan hacia zonas de montaña, pero durante la primavera o verano retornan a las llanuras para aprovechar la explosión de la flora y alimentarse de todo lo que puedan.
Otros datos curiosos sobre los caballos
- Pueden ser tan amigables como un perro. Al igual que el mejor amigo del hombre, los caballos necesitan tener una vida social muy amplia, porque si no pueden ponerse tan tristes que terminen por enfermarse, así que debemos procurar que siempre se encuentren acompañados.
- ¡Tienen un olfato para olerte mejor! El olfato que poseen los caballos se encuentra sumamente desarrollado, ya que la vía que conecta la nariz con el cerebro es muy corta (no sé si lo notaste pero su cráneo es bastante pequeño, con lo cual todo se encuentra muy cerca). Es tan bueno percibiendo olores que es una forma que tienen también para reconocer a sus amigos o enemigos.
- Poseen unos grandes ojos para una gran visión. Sus enormes y oscuros ojos les permiten observar casi todo lo que tienen en su entorno. Sin embargo, como se ubican en los costados, no pueden ver lo que ocurre frente a su nariz.
- ¡Nunca vomitan! A todos nos ha ocurrido alguna vez el tener un accidente muy desagradable que se llama vomitar, ya sea porque estemos malitos o por cualquier otra circunstancia. Sin embargo, los caballos desconocen completamente lo que es eso porque resulta que son incapaces de vomitar. Y seguramente te preguntarás “¿por qué?”, y la respuesta es muy simple: tienen un músculo en el estómago que no permite que el alimento vuelva a subir.
- ¿Sabías que los dientes de los caballos nunca dejan de crecer? Seguramente te sorprenderá el hecho de que sus dientes nunca dejen de crecer, ya que al masticar tanto padecen un gran desgaste en general, pero la parte que se pierde logra compensarse con la que crece.
