El hipopótamo es el tercer mamífero terrestre más grande, y no es de extrañar, porque solo la piel dura que le recubre puede llegar a pesar… ¡media tonelada!
Las dimensiones del hipopótamo nos revelan ya un poco su forma de vida, que es bastante tranquila y sedentaria, y suelen moverse en grupos de unos quince miembros. Su voluminoso cuerpo se sostiene sobre patas bastante cortas, y sus pies palmeados tienen cuatro dedos. Su piel es especialmente gruesa en la zona de la espalda, y su cuerpo es de color entre gris y marrón, prácticamente sin pelos salvo en la cola y en la zona de su boca.
A pesar de su envergadura el hipopótamo no suda, pues no tiene glándulas sebáceas ni sudoríparas, pero sí unas originales glándulas propias que segregan algo viscoso y de color rojo. Pero que su tranquilidad no te lleve a engaño, porque el hipopótamo puede ser un animal agresivo, pues son frecuentes entre ellos las peleas acompañadas de muchos bufidos y bramidos.
Es habitual observar a los hipopótamos y ver como si bostezaran, lo cual suele revelar unos enormes dientes que es lo que les vuelve más peligrosos, pues son dientes bien afilados y largos. Es decir, que son animales bastante impredecibles, sobre todo cuando se encuentren alejados del agua, que es lo que les proporciona seguridad.
Qué comen los hipopótamos
Aunque veas a los hipopótamos tan grandes y lentos, lo cierto es que son animales bastante ágiles y capaces de escalar, incluso, si lo ven necesario para alimentarse. A nivel alimenticio disfrutan pastando en la hierba, lo cual pueden hacer tranquilamente durante cinco horas cada noche mientras salen y entran del agua.
El hecho de que tengan una vida tan sedentaria es la que hace que no necesiten ingerir más calorías que las que les proporciona el pasto.
Dónde viven los hipopótamos
Los hipopótamos viven en la sabana de África cerca siempre de los ríos, y allí podemos encontrar dos especies: el “gran hipopótamo” y el “hipopótamo pigmeo”.
Ten en cuenta que el hipopótamo depende del agua o del barro para mantenerse fresco, y ese líquido rojo que segrega puede tener una función similar, solo que a menudo se produce en grandes cantidades cuando el animal se pone nervioso, y esto hace que sepan moverse fácilmente hasta el agua y que vivan cerca de los ríos. Pero en general están bien adaptados a su vida acuática, con orejas, ojos y fosas nasales pequeñas en la parte superior de la cabeza; unos sentidos tan agudos que hasta sumergidos en el agua son capaces de estar siempre alerta.
Otros datos curiosos sobre los hipopótamos
- El nombre hipopótamo proviene del griego y significa caballo, y es que estos animales alguna vez (hace mucho tiempo) fueron llamados “caballos de río”, aunque el hipopótamo esté más relacionado con el cerdo que con el caballo.
- Los hipopótamos pasan la mayor parte del día en el agua cerca de la orilla acostados y, si se encuentran alejados de las personas, pueden pasar la mañana bajo el sol en la orilla bien tranquilos y contentos.
- Los hipopótamos recién nacidos son relativamente pequeños y siempre están protegidos por sus madres, y no solo de depredadores como los cocodrilos o los leones, sino también de los hipopótamos machos que a veces intentan atacarles en el agua.
- Las crías nacen en tierra o en el agua cuando es poco profunda, y más tarde sus madres les van enseñando a nadar. Cuando son adultos, ya han aprendido a cerrar sus oídos y sus fosas nasales, lo que les permite estar bajo el agua… ¡más de cinco minutos!
- Un hipopótamo bebé disfruta subiéndose a la espalda de su madre para descansar, y comenzará a comer pasto a las 3 semanas de vida, aunque su mamá continuará amamantándole durante aproximadamente un año.
- En comparación con otros animales, los hipopótamos no son muy susceptibles a las enfermedades, por lo que en hábitats adecuados su número puede aumentar rápidamente y no son animales en peligro de extinción.
- Los principales depredadores de los hipopótamos son las personas, que pueden cazar hipopótamos por su carne, pieles y dientes de marfil.
