Arte egipcio

ORIGEN DEL ARTE DEL ANTIGUO EGIPTO

El arte del antiguo Egipto es uno de los más remotos y fascinantes del mundo. Se desarrolló alrededor del año 3000 a.C. con la unificación del Alto y Bajo Egipto bajo el faraón Narmer, donde la estabilidad política y la creencia en la vida después de la muerte fueron elementos clave, y así hasta el siglo IV a.C. aproximadamente, caracterizándose siempre por una gran perfección técnica, monumentalidad y simbolismo religioso.

Pero aquella antigua civilización compartía otro aspecto importante con otras civilizaciones y manifestaciones artísticas coetáneas, como las de Mesopotamia, China o India, y era el desarrollo y la importancia de la agricultura. Y es que todos aquellos territorios poseían grandes ríos que hacían de esta práctica algo más sencillo y que les permitió avanzar y desarrollarse de maneras más complejas, transmitiendo poco a poco los conocimientos sobre dicha práctica a las generaciones posteriores en un aprendizaje para el que fue muy importante el arte en todas sus formas, pues aún no disponían de sistemas de escritura como el nuestro.

Aunque existían otras cosas también importantes, además de la agricultura, que reflejaban las manifestaciones artísticas de aquellas épocas, como por ejemplo la existencia y la importancia de las monarquías, las castas sacerdotales, los funcionarios, el trabajo de los esclavos…todos tenían una función importante dentro de aquellas primeras civilizaciones, y todo ello podemos verlo a través del arte que dejaron.

Además, en Egipto, al igual que en Mesopotamia, se dedicó un papel muy relevante a la religión, la cual dejaron plasmada en diversos formatos artísticos, como las pinturas y esculturas con las que decoraron sus tumbas en el interior de las pirámides para ayudarles en su viaje hacia el más allá.

CARACTERÍSTICAS DEL ARTE EGIPCIO

Las primeras obras del arte egipcio se caracterizaron por su sencillez y por estar hechas de materiales básicos y asequibles, como la madera o la piedra. Sin embargo, con el tiempo, el arte egipcio se fue volviendo más complejo y elaborado, siendo utilizado, especialmente durante las primeras dinastías, fundamentalmente para fines religiosos y funerarios. Aunque el arte egipcio también fue rico en simbolismo y jeroglíficos, un sistema de escritura jerárquico compuesto por imágenes y signos que utilizaban para registrar eventos históricos, narrar mitos u honrar a sus dioses.

De las muchas obras de arte que crearon los egipcios, podemos aprender cosas como su aspecto, qué tipo de ropa llevaban, qué trabajos hacían o qué consideraban más importante en sus vidas. Debemos tener en cuenta que la civilización del antiguo Egipto gobernó la tierra del Nilo durante más de 3.000 años y que, sorprendentemente, su arte cambió poco durante ese tiempo.

Veamos ahora cómo el arte egipcio se compuso de tres grandes ramas, además de las llamadas “artes menores”, que englobaron otros tipos de arte tan importantes como la cerámica, la joyería o la ebanistería:

ESCULTURA

La escultura egipcia es una de las manifestaciones más importantes del arte egipcio, pues son auténticas obras maestras de la belleza y de la expresión en las que se representaron figuras humanas y dioses, principalmente. También se caracterizaron por realizar obras escultóricas de tamaños colosales, y algunos ejemplos de esto incluyen la “Gran Esfinge de Giza” o las estatuas de Ramsés II en los templos de Abu Simbel.

Y, aunque fueron famosos por sus estatuas gigantes, los egipcios también tallaron esculturas más pequeñas y ornamentadas para las que utilizaron diversos materiales, como el alabastro, el marfil, la piedra caliza, el basalto o el oro macizo. Dentro de la escultura, podemos encontrar a su vez al menos otros tres tipos de manifestaciones artísticas:

Relieves: cuando se inició este método, solo se utilizaba para decorar objetos como vasijas y platos, pero poco a poco fue usado también para otras cosas más formales, como los templos y las tumbas.

Esculturas cotidianas: este tipo de esculturas no eran tan exaltadas y se usaban para transmitir escenas del día a día, tanto de las personas normales como de los esclavos. En ellas se usaban materiales perecederos y débiles, es decir, que no iban a durar demasiado tiempo, como la madera. Podemos comprender mejor este tipo de esculturas estudiando la figura llamada “el escriba sentado” de Egipto.

Esculturas faraónicas: estas esculturas estaban dedicadas, como lo dice la palabra, a los faraones y al linaje real. En ellas se usaban materiales finos y hermosos que podían durar varios años; de hecho, muchos ejemplos aún se conservan en la actualidad. Un buen ejemplo de este tipo pueden ser la estatua de Nefertiti o el busto del faraón Tutankamón.

ARQUITECTURA

La arquitectura es la manifestación artística de los egipcios más conocida hasta la fecha, y la más importante de todas, porque era la mayor muestra de arte que ellos tenían, así como uno de los ejemplos del arte más impresionantes del mundo. Las pirámides, los templos y los palacios egipcios fueron obras maestras de la ingeniería y el diseño que aún sorprenden al mundo, y que se usaban para demostrar la belleza de las formas y la superioridad y el poder de los faraones.

PINTURA

En el antiguo Egipto las paredes de las tumbas de los ricos y poderosos a menudo estaban llenas de pinturas muy coloridas y detalladas. Estas pinturas estaban allí para ayudar a la persona en la otra vida. A menudo, representaban a la persona enterrada pasando a la otra vida y, a pesar de sus funciones decorativas, la pintura también se usaba como un método de comunicación que transmitía ideas sobre la vida normal y religiosa. Las narraciones se contaban en secuencia, demostrando una cronología (o línea de tiempo) recta.

OBRAS DESTACADAS DEL ARTE EN EL ANTIGUO EGIPTO

A pesar de que el arte egipcio no evolucionó demasiado a lo largo del tiempo, lo que sí es cierto es que los artistas egipcios destacaron desde un principio por tener una gran perfección técnica y meticulosidad, pues sus obras eran perfectas en términos de proporción, perspectiva y equilibrio, pero también por su monumentalidad.

Las pirámides, los templos y las estatuas egipcias son algunas de las obras de arte más grandes del mundo, y dicha monumentalidad se explica por lo unido que estaba el arte a la religión y a la exaltación de sus dioses y diosas, a los cuales rendían culto permanentemente, como podemos ver a través de toda su mitología. Pero, ¿cuáles son las obras del arte egipcio más conocidas y destacadas? ¡Veamos algunos ejemplos!

Pirámides de Giza: situadas en Giza, Egipto, y construidas en torno a los siglos XXVI a XXII a.C., el conjunto de las llamadas “Pirámides de Giza” incluye en realidad a tres: la Gran Pirámide de Keops, la Pirámide de Kefrén y la Pirámide de Micerinos, todas emblemáticas de la arquitectura egipcia. Unas majestuosas estructuras funerarias que muestran a la perfección el ingenio técnico y la planificación astronómica de los antiguos egipcios.

La Esfinge de Giza: realizada en torno al siglo XXVI a.C. y muy cerca de las pirámides, la Gran Esfinge es una estatua de tamaño colosal con cabeza de faraón y cuerpo de león. Su enigmática expresión y la simbología que lleva asociada la convierten en una de las obras más importantes y destacadas del antiguo Egipto, reflejo de la unión entre el faraón y el dios solar Ra.

Relieves de Abu Simbel: estos impresionantes relieves tallados en los templos de Abu Simbel, construidos por Ramsés II en el siglo XIII a.C., narran victorias militares y eventos religiosos, y se completan con las cuatro colosales estatuas de Ramsés II de la fachada del templo, todo un ejemplo magistral de la escultura monumental egipcia.

Templo de Karnak: situado en Luxor, y construido probablemente entre el siglo XVI y el XI a.C., este vasto complejo de templos es un testimonio de la dedicación a los dioses egipcios a lo largo de varios siglos, y sus imponentes columnas y relieves murales ofrecen una visión detallada de lo que fue la mitología y la religión egipcia.

En definitiva, desde las majestuosas pirámides hasta las intrincadas tumbas y los misteriosos jeroglíficos, el arte egipcio refleja la riqueza cultural y espiritual de aquella antigua civilización casi como ningún otro periodo, y prueba de ello es que el arte del antiguo Egipto se convirtió a su vez en maestro e influencia de otros periodos artísticos, como los desarrollados en Grecia y Roma. Explorar todas sus maravillas artísticas nos permite adentrarnos en el corazón de una cultura que creía en la eternidad y la trascendencia a través de sus expresiones artísticas por encima de todo, y cuyo legado aún permanece imponente en el corazón de la humanidad.