Arte gótico
ORIGEN Y CARACTERÍSTICAS
El arte gótico fue desarrollado a finales de la Edad Media, durando desde aproximadamente el año 1150 d. C. hasta el 1400. Los eruditos italianos del Renacimiento llamaron a este estilo “gótico” porque pensaban que era bárbaro e incivilizado, como consideraban que lo habían sido los godos, cuando invadieron Italia en el año 400. El período se divide en gótico temprano (1150-1250), gótico alto (1250-1375) y gótico tardío o internacional (1375-1450).
Con altísimas bóvedas y resplandecientes vidrieras (o vidrieras), la arquitectura gótica intentó recrear un entorno celestial en la tierra. Desarrollando los anteriores estilos románicos, los constructores góticos potenciaron aún más el uso de contrafuertes y tracerías decorativas, creando así espacios interiores que empequeñecían a los fieles y deslumbraban sus sentidos. Además, en respuesta a un nuevo interés por el humanismo, la escultura arquitectónica y portátil comenzó a representar principalmente figuras con características más naturalistas y sensuales que las realizadas anteriormente en la Edad Media. A su vez, los nobles ricos, encargaban suntuosas iluminaciones de manuscritos, y elaborados retablos y frescos que cada vez se hacían más comunes en iglesias y capillas.
Aquellas transformaciones revolucionarias de contrafuertes y bóvedas permitieron la inclusión de más vidrieras en la estructura de las iglesias, transformando así la luz solar cotidiana en un prisma de colores que bailaba sobre las superficies de la piedra y que recordaba a los fieles la presencia divina y la importancia de Dios.
ARQUITECTURA GÓTICA
La principal forma de expresión del arte gótico fue la arquitectura, ejemplificada por las grandes catedrales góticas del norte de Francia, como Nuestra Señora de Nôtre Dame de París. Combinando aspectos de los estilos bizantino y románico, e incluso tomando prestadas algunas cosas de la arquitectura islámica, el arte y la arquitectura gótica se fue manifestando con su estilo propio y ecléctico, creciendo y transformándose para adaptarse a los gustos y tendencias regionales del momento. En este sentido, las catedrales (tanto en su fachada como en su exterior) eran como auténticos libros abiertos que ilustraban al pueblo sobre diversas escenas religiosas, culto a la Virgen, mandamientos…
A finales de la Edad Media el estilo gótico se había convertido ya en un movimiento artístico “internacional” gracias a su difusión en Europa, y su énfasis por el naturalismo provocó una importante revolución en la pintura que florecería más tarde durante el Renacimiento.
FUNDAMENTOS DE LA ARQUITECTURA GÓTICA
Hay tres elementos que hacen que la arquitectura gótica se considere así, que son:
- El arco apuntado. Su predecesor, el arco de medio punto o romano, tenía algunas limitaciones severas. Estas limitaciones tienen que ver con lo que los ingenieros llamarían ‘líneas de tensión’. Una línea de tensión es básicamente la dirección en la que un arco distribuye la presión sobre él. Las líneas de tensión del arco de medio punto son en su mayoría horizontales, lo que significaba que el peso sobre estos arcos se distribuía a los lados, empujando contra las paredes a ambos lados. Es por eso que las iglesias románicas tenían paredes tan gruesas y pequeñas ventanas, porque necesitaban todo ese volumen para soportar el peso del techo y empujarlo hacia afuera. Por el contrario, las líneas de tensión del arco apuntado son mucho más verticales y su peso se dirige principalmente hacia abajo, a los pilares de soporte. Esto significa que ya no necesita grandes paredes pesadas para soportar el techo.
- La bóveda de crucería. Una bóveda es esencialmente un arco extendido de mampostería utilizado para techar un edificio. En las primeras iglesias abovedadas, el arco base era el arco de medio punto estándar. La bóveda de cañón resultante era muy pesada, y sus líneas de tensión tendían a expulsar las paredes de la iglesia. La bóveda de crucería puntiaguda, en cambio, dirige el peso hacia abajo y elimina la necesidad de paredes gruesas.
- Arbotantes y contrafuertes. La invención de los arbotantes, aproximadamente en torno al 1175, hizo posible la construcción de grandes catedrales. Los contrafuertes redujeron la cantidad de espacio sólido en la pared necesario para el soporte, e hicieron posible también la instalación de grandes vidrieras. El arbotante evolucionó en la era gótica a partir de soportes ocultos anteriores más simples, hasta dar con un diseño que aumentó el poder de soporte del contrafuerte y permitió la creación de iglesias de techos muy altos, tan típicos de la arquitectura gótica.
Estos tres elementos se unieron en la arquitectura gótica dando lugar a unos elementos artísticos que cambiaron el mundo.
ESCULTURA Y PINTURA GÓTICA
La pintura en la época gótica fue más conocida por el desarrollo de la pintura al óleo en Flandes. Algunos de los pintores más conocidos de esta época son Jan van Eyck y Roger van der Weyden.
La escultura tuvo también una amplia influencia en los pintores e iluminadores del gótico tardío, y se usaba principalmente para decorar las puertas de las catedrales. A menudo mostraba figuras y escenas del Antiguo Testamento de la Biblia, y se diferenciaba de la escultura románica en que era más grandiosa, más tranquila y más cercana a la escala humana.
La catedral de Santiago de Compostela, además de por su arquitectura, es un ejemplo a nivel internacional de las maravillas escultóricas que llegaron a hacerse en la época del románico y del gótico (la catedral se iniciaría en el románico pero terminaría en el movimiento artístico posterior), siendo el llamado “Pórtico de la Gloria”, del Maestro Mateo, uno de sus mejores ejemplos.
