El impresionismo

Los impresionistas disfrutaban de pintar al aire libre puesto que estaban muy interesados en captar adecuadamente la luz y el color en diferentes momentos del día, mucho más que por capturar los objetos o las personas en sí. Ese trabajar in situ, desde la propia calle, les permitía capturar mucho mejor esas diferentes tonalidades, casi a la perfección. Dichos trabajos los realizaron con colores sin mezclar, lo que les permitía ahorrar tiempo, y con pinceladas rápidas y certeras. Utilizaron también ángulos visuales inusuales y temas cotidianos comunes.

El boceto de este estilo, con sus pinceladas rápidas y visibles, hizo que los críticos se quejaran de que las imágenes no parecían terminadas, que el trabajo era descuidado. Los impresionistas, sin embargo, opinaban que su trabajo no era solo una ventana para ver o conocer un determinado tema, sino un camino para ver la pintura como un objeto en sí mismo, lo que sentaría el fundamento del posterior arte abstracto.

Los críticos, además, se quejaban de que los artistas no seguían las reglas tradicionales de composición, pero los impresionistas fueron capaces de favorecer y de sacar temas absolutamente espontáneos, y por eso eran menos rigurosos y tradicionales. Querían que sus pinturas reflejasen la vida que veían a su alrededor, como por ejemplo escenas rurales, la vida en la ciudad o personas vestidas con ropa cotidiana dedicándose a sus tareas diarias.

Algunos de los artistas impresionistas más destacados fueron:

• Gustave Caillebotte: pintor de origen francés con un realismo algo tardío, lo que le llevó a caminar en su arte entre este y el nuevo estilo, el Impresionismo. Poseyó también un gran interés por la fotografía.

• Mary Cassatt: fue una pintora norteamericana que pasó buena parte de su vida en Europa, y en concreto en Francia. Sus pinturas reflejaban escenas de la vida cotidiana, fundamentalmente escenas de la maternidad y de la infancia. Fue una mujer feminista y figura destacada del Impresionismo, con una pintura revolucionaria que buscaba dar visibilidad al mundo “privado” y reducido de las mujeres en el siglo XIX.

• Edgar Degas: gran amigo de Mary Cassat, Degas fue un famoso pintor, escultor y grabador de origen francés de entre cuyas pinturas destacan sus bailarines y sus clases de ballet, cuyos esbozos recogía en vivo y en directo.

• Claude Monet: fue uno de los fundadores del Impresionismo, a pesar de que también realizó obras más propias del estilo anterior, el Realismo. Monet, de origen francés, disfrutó pintando con diferentes tipos de iluminación y de brillos, lo que le condujo a representar diferentes momentos del día, como el amanecer, como podemos ver en “Impresión, sol naciente”, una de sus obras pictóricas más famosas y que dio nombre a este movimiento artístico.

• Pierre-Auguste Renoir: pintor de origen francés perteneciente a los artistas originarios y fundadores del Impresionismo, que se interesó de manera particular por la representación de personajes femeninos en la naturaleza. El Renacimiento y el Barroco le inspiraron profundamente, algo que se aprecia bien el color y en su desnudo femenino, de estilo clásico. Entre sus obras destacan “Baile en el Moulin de la Galette” o “Mujer con sombrilla en un jardín”. Fue uno de los artistas e intelectuales mejor valorados del momento.