Plena y Baja Edad Media

Para muchos historiadores la llamada Plena Edad Media (siglos XI-XIII) es la primera parte de la Baja Edad Media (siglos XIV-XV), que se caracterizó por la consolidación del feudalismo en la Europa Occidental y el impulso del desarrollo económico de la región.

En la Plena Edad Media se evidenció el surgimiento de nuevas ciudades, así como un crecimiento en las que ya existían, y uno de los motivos fue que se expandió el comercio. Otros cambios importantes del periodo fueron la creación de las universidades y la organización de los gremios artesanales urbanos. Además, disminuyeron las epidemias y hubo un cese de las invasiones y de los saqueos.  

El feudalismo, que fue un sistema económico, político y social, se desarrolló durante los siglos centrales de la Edad Media y se caracterizó por la descentralización del poder, el papel constante e influyente de la Iglesia y la lucha de poder entre la nobleza, así como su lealtad al rey a cambio de riquezas.

Este sistema se basaba en el feudo, territorio administrado por el señor feudal, que era casi siempre un noble. Este feudo estaba compuesto por un castillo, una aldea para los campesinos libres y siervos, las tierras del señor feudal que cosechaban los campesinos libres, y las tierras del señor de las que se encargaban los siervos.

De este feudalismo surgió una sociedad estamental que marcó más la división social ya existente, pues se dividió en tres grupos: la nobleza, el clero (compuesto por miembros de la iglesia) y el estado llano, que eran los campesinos y la mayor parte de la población.

Evidentemente, en esta marcada separación, los más privilegiados eran los nobles y el clero. No obstante, dentro de la nobleza también existían jerarquías, que organizadas de mayor a menor importancia estaban dispuestas de la siguiente manera: emperador, reyes, duques, marqueses, condes, barones e hidalgos. 

Por otro lado, entre los nobles propietarios del feudo y los campesinos que lo habitaban existía el sistema señorial, que era una relación de dependencia en la que el noble tenía derechos sobre sus siervos independientemente de su voluntad. 

La  religión ocupó también un papel central en la Edad Media de manera generalizada. Situaba a Dios y a la religión en el centro de toda reflexión y dicha idea se hacía valer tanto entre las clases alta como en las bajas. De hecho, los campesinos le pagaban 1/10 parte de sus cosechas, el diezmo, con la creencia de que irían al cielo si así lo hacían.

La Baja Edad Media es el último periodo de la Edad Media, y algunos historiadores asumen que es la etapa que le sigue a la Alta Edad Media, negando así la existencia de la llamada Plena Edad Media. Esta etapa se caracterizó por la alta productividad agrícola y el surgimiento del comercio a larga distancia, el enriquecimiento de las ciudades y las peregrinaciones cristianas.

La crisis del siglo XV, generada por la peste negra, y la disminución de la producción agrícola que trajo consigo el cambio climático y las guerras, frenaron el desarrollo del feudalismo y dieron paso a la consolidación de la burguesía como nuevo grupo social.

La prosperidad de la burguesía, llamada así porque eran personas que vivían en burgos o ciudades, tuvo como consecuencia el resurgir de las ciudades, que siguieron enriqueciéndose y aumentando a medida que avanzaron los años gracias al auge del comercio.

En un principio este sector de la sociedad fue rechazado por la nobleza, ya que no encajaba con los estamentos que existían en el feudalismo, pero la sociedad burguesa comenzó aestablecer grupos con control comercial y poder y terminaron aliándose con los monarcas feudales que buscaban aumentar sus ingresos.

La Baja Edad Media es el comienzo del fin de los diez largos siglos de la Edad Media. Las crisis medioambientales, políticas y sociales fueron causando estragos y abriendo el paso a la Edad Moderna. Muchos consideran que el fin de la Edad Media en Europa coincide con la caída del Imperio Romano de Oriente, el Imperio Bizantino, sucedida en 1453, y con el descubrimiento de América para España en el año 1492.