El Paleolítico: historia para primaria

Cuando hablamos de Prehistoria, nos estamos refiriendo de manera concreta al origen de la existencia del ser humano, es decir, a la aparición de los llamados “homínidos” y a la evolución de los mismos. Pero, ¿por qué le llamamos al período Prehistoria y no Historia? Pues porque la Historia es el periodo que comienza con la invención de la escritura, y no antes. ¡No lo olvides!

Durante la Prehistoria (que se divide en Edad de Piedra y Edad de los Metales) los seres humanos eran muy primitivos y no sabían hablar como nosotros ni escribir, por lo que no tenían muchas formas de dejar testimonios de su día a día para la posteridad, aunque tampoco era algo que se plantearan por aquel entonces. Sin embargo, pronto irían desarrollando a través de las pinturas rupestres su propia forma de comunicación, y gracias a ese arte prehistórico podemos conocer hoy muchas cosas interesantes sobre nuestros primeros antepasados. 

Los seres humanos del Paleolítico vivían de forma muy básica y sencilla, puesto que aún apenas se habían desarrollado. ¡Fueron los más viejitos de toda la Prehistoria! Y por ello sus actividades se fundamentaban en cosas como la caza (sobre todo de bisontes, ciervos y mamuts), la pesca o la recolección de frutos silvestres. Tampoco permanecían mucho tiempo en un sitio concreto, puesto que aún no practicaban el sedentarismo, como acabamos de ver, y eso quiere decir que a menudo iban de un sitio a otro buscando las zonas más ricas en alimentos y con mejores condiciones climáticas para ellos.

Esto último, lo de cómo vivían de manera itinerante y se refugiaban en cuevas, es muy importante, pues durante el Paleolítico los períodos glaciares e interglaciares fueron habituales, entremezclados también con otros períodos de temperaturas más cálidas. ¡El clima fluctuaba mucho por aquel entonces y los peligros eran inmensos! Algo que hizo posible que el ser humano tuviese que ir adaptándose como podía al medio que le rodeaba, aprendiendo pronto a construir cabañas simples con elementos de la naturaleza accesibles para ellos, como las ramas de árbol o las pieles de animales cazados.

¿Pero por qué se llama a esta etapa Paleolítico?

Dentro de las etapas de la Prehistoria, llamamos a esta Paleolítico (o “piedra antigua” en griego) porque las herramientas que utilizaban para sobrevivir, ya fuera construyendo cosas o alimentándose, se encontraban todas fabricadas en piedra. ¡También tallaban figuras en piedra y hueso representando a animales y mujeres como amuletos! Y es que aquellos primeros humanos lograban dar una forma impresionante a las piedras, o tallarlas fácilmente con ayuda de otras (lo que recibe el nombre de “percusión” o “percutores”), y la mayoría de las piezas resultaban fundamentales para la actividad principal: la caza. ¡Podían raspar y cortar muy bien!

A su vez, podemos dividir las principales herramientas que utilizaban en:

• Cuchillos y bifaces: este tipo de herramientas se utilizaban básicamente para cortar cosas, algo que era muy necesario sobre todo a la hora de alimentarse o de buscar abrigo, el cual conseguían gracias a las pieles de algunos animales.
• Puntas de flecha: este tipo de herramientas eran utilizadas fundamentalmente en la caza.
• Agujas: las agujas eran utilizadas fundamentalmente para coser las pieles que servían de ropa.
• Arpones: los arpones eran utilizados para la pesca, base también de la alimentación del Paleolítico.
• Raspadores: este tipo de herramienta se utilizaba para ejercer la función de curtido, lo que era necesario sobre todo a la hora de fabricar las vestimentas.

Pero si hay algo por lo que destaca el Paleolítico por encima de todo, además de por las pinturas rupestres, es por ser la etapa de la Prehistoria en la que se descubrió el fuego, lo que permitió a los humanos cocinar los alimentos, algo fundamental para alargar la supervivencia, protegerse del mal tiempo o evitar enfermedades.

La vida en el Paleolítico no fue nada fácil, al contrario. Las condiciones climáticas solían ser adversas y extremas, y convivían en la Tierra varios tipos de humanos (Homo Habilis y Homo Erectus, o Neandertales y Sapiens más tarde) lo que hacía que hubiera que vivir en grupos para aumentar las posibilidades de supervivencia y competir mejor y con mayores garantías por los escasos recursos. Y, aunque había bastantes especies de animales para cazar y comer (como los mamuts, los ciervos, los linces, los caballos salvajes, los bisontes o las liebres árticas), alimentarse con ellas no fue demasiado fácil ni exento de peligro hasta la aparición del fuego, donde ya se pudo cocinar la carne y digerirla mejor, sacando el máximo número de nutrientes de la misma.