Este juego, llamado “Tienda de mascotas”, está pensado para que los niños trabajen la resta a través de una clásica didáctica de matemáticas: el juego simbólico de hacer compras en una tienda.

Como los animales suelen apasionar a los más pequeños, hemos creído conveniente alejarnos un poco de la idea de tienda de comestibles, e introducir esta variante con la que los peques puedan sentirse motivados, adquiriendo otros conocimientos tan importantes como el de aprender a cuidar y atender a un animal debidamente.

 

Cómo jugar a Tienda de mascotas

Tienda de mascotas es un juego de matemáticas cuyo escenario es el que el propio título indica: nos encontramos en una súper tienda de mascotas en la cual los niños podrán encontrar diferentes productos, todos ellos necesarios para alimentar a los animales o para que puedan asearlos o ayudarlos a dormir.

Gracias a esta práctica, los alumnos podrán practicar el conteo, familiarizarse con los números, los precios y las cantidades, y aprender a administrar su dinero. Además es un juego muy versátil, porque podemos llevarlo a cabo con niños de diferentes edades y niveles, así como utilizar otras operaciones que no sean la de restar.

Para realizarlo necesitaremos un escenario (aunque solo sea un cartón coloreado que sirva de escenario de fondo) que simule ser la tienda de mascotas. También necesitaremos cestas para almacenar los productos y carteles para anotar qué es cada cosa y dónde está. Por ejemplo: podemos poner una zona con comida para conejos, otra zona con comida para pájaros, un espacio dedicado a los gatos con alimentos, areneros y juegos para poder rascar y limar sus uñas, o un espacio con casetas divertidas para perros y juguetes y huesos para morder o casitas para hámsteres (lo cual podremos representar con dibujos que hayan hecho los niños o con manualidades con plastilina o cartón, dependiendo de lo elaborado que queramos que sea).

Una vez elegidos los productos, deberemos asignar un precio para cada cosa. Si vamos a jugar con monedas y billetes de juguete, deberemos asegurarnos de que los precios se correspondan, es decir, no poner que algo vale 20 euros (o 20 dólares) y no incluir el dinero suficiente como para que los niños puedan comprar a ese precio.

 

Instrucciones para este juego matemático:

Para que la dinámica consista en trabajar la resta, asignaremos la misma cantidad de dinero inicial a todos los niños, que irán pasando por la tienda de uno en uno o de dos en dos. Podemos dejar que los niños circulen libremente en su turno por la tienda de mascotas, que cojan un carrito o cesta y que vayan cogiendo los productos que consideren necesarios para sus mascotas. Con ayuda de un lápiz y un papel (salvo que quiera trabajarse el cálculo mental), los niños podrán ir anotando los precios de los productos que vayan cogiendo.

Una vez que hayan terminado su compra, deberán dirigirse hacia la zona de pago (siempre deberá haber algún niño o niña ejerciendo el rol de vendedor) y el vendedor se encargará de ir pasando los productos por la cinta registradora (que puede ser simplemente la pizarra, donde el vendedor vaya haciendo la cuenta). Una vez hecho este paso el vendedor le dirá al comprador el importe a pagar, y el comprador (que también deberá haber hecho esa RESTA previamente para no excederse del dinero total que se le ha asignado) entregará el importe, que podrá ser exacto o no, tras haber hecho su correspondiente operación de resta.

Por ejemplo: un niño se decide por una bolsa de comida de conejo que vale 5 euros, más un hueso de juguete para perros que vale 8, más una camita para gatos que vale 13. Entonces, si el importe que se va a entregar a los niños es de 30 euros, deberá hacer la siguiente operación para saber lo que debe pagar en el puesto de caja: 30-13-8-5=4 euros o dólares restantes. Por tanto: 30-4=26 euros o dólares será el importe a pagar en la tienda de mascotas en este turno.

 

Posibles variaciones o ideas para nuestro juego de matemáticas

Para que el juego sea algo más difícil, podemos entregar una suma mayor de dinero inicial y jugar con productos que tengan decimales, o que sean más altos. También puede ser el profesor el que diga a cada niño cuál va a ser su mascota (y que se centre en dichos productos) o si solo puede comprar comida, o juguetes, o camitas. Esto puede servir para que los niños no vayan a lo fácil o acudan siempre a lo que vean más barato para que las restas sean más sencillas.

Para hacer el juego más bonito podemos llevar animales de peluche al aula con correas y trasportines, para que cada niño elija su favorito y vaya con él a la tienda de mascotas. ¡También puede llevar cada alumno el animal favorito de juguete que tenga en casa para pasar el día con él!




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