Retahíla
¿QUÉ ES LA RETAHÍLA?
El idioma no siempre debe ser estricto en su formación, y nosotros los humanos podemos sacar el lado divertido de casi cualquier cosa, incluidos los propios idiomas. En este sentido, la retahíla nos demuestra que los idiomas pueden mostrar muy bien una combinación de educación con entretenimiento. ¿Conoces alguna retahíla?
Las retahílas son frases u oraciones con sonidos graciosos que pueden resultar algo complejas de decir en un principio, pero que encierran varios significados y que se convierten en algo muy sencillo una vez se conocen. Además de que la frase en realidad encierra su propio sentido, se dice de una manera rítmica y amena que favorece el hecho de que los más pequeños puedan acercarse a un texto de una forma más simple. Pero son otros los beneficios que se pueden lograr con la práctica de las retahílas:
- Velocidad al hablar.
- Correcta pronunciación.
- Inteligencia lectora.
- Entendimiento de la oración.
- Ampliación del léxico.
Y todo mientras los más pequeños (y también los mayores) se divierten aprendiendo y pronunciando estos conjuntos de frases.
EJEMPLOS PRÁCTICOS DE RETAHÍLAS
Veamos ahora un ejemplo muy sencillo de retahíla típica de España:
El que se fue a Sevilla
perdió su silla.
El que se fue a León
perdió su colchón.
¿Ves? No es nada difícil, aparte de que parece una rima, solo que mucho más sencilla. En realidad, la gran mayoría de las retahílas riman, porque al tener un sonido agradable es fácil que nos quedemos con ellas y que a los más pequeños les gusten y les resulte más ameno aprendérselas. Este ejemplo, por lo general, es también un pequeño dicho utilizado para recordarnos que a veces, si nos dormimos o nos despistamos, podemos perder algo, lo que se traduce también en que debemos estar pendientes de nuestros asuntos y de nuestras responsabilidades, o sino siempre puede haber alguien o algo que nos eche todo a perder.
Por otro lado las retahílas son frases que pueden ser cortas o largas, y que por lo general se dicen muy rápidamente. Es cierto que no son imposibles de pronunciar ni son trabalenguas, pero sí que pueden ser un poco engorrosas para quien esté comenzando en el mundo de la lectura.
Lo ideal sería enseñarles estas frases a los niños a una corta edad, ya que suelen tener problemas de pronunciación, y con esto no solo ejercitarán su lengua, sino también su capacidad de memorización al acordarse de frases extensas y complejas. Las retahílas son algo también muy frecuente en el mundo y lenguaje de los adultos, sobre todo entre oradores y actores cuyas funciones radican en hablar de manera fluida y ordenada.
Una de las retahílas más populares en nuestro idioma es (puede que incluso la hayas escuchado y no sabías que era una retahíla):
Sana, sana
culito de rana,
si no sana hoy
sanará mañana.
Inconscientemente muchos padres y madres cuentan esto a sus hijos cuando tienen algún percance o pequeño accidente, con lo que se pretende transmitir el mensaje de que no ha pasado nada grave.
Además, como has podido ver, las retahílas pueden ser muy cortas o muy largas:
Una, dola,
tela, catola,
quila, quilete,
estaba la reina
en su gabinete,
vino Gil
apagó el candil,
candil, candilón,
cuenta las veinte
que las veinte son,
policía y ladrón
uno, dos, tres…
Esta retahíla tradicional se utiliza para ver a quién le toca el turno en los juegos. Ahora podrás ver una similar, aunque en este caso se trata de una canción mexicana:
De tin Marín de do pingüe,
Cucara, macara, títere fue.
Yo no fui, fue teté.
Pégale, pégale que éste fue.
Una característica de la retahíla que hasta ahora no hemos comentado es que tiene la particularidad de cambiar a veces, dependiendo de la región en donde se diga, o que la historia que nos cuenta suele ir de lo general a lo particular, o de lo grande hacia lo pequeño. ¿Conoces algún caso?
Ahora recuerda que puedes seguir aprendiendo retahílas y mejorar tu idioma al mismo tiempo con práctica. ¿Cuántas conoces y no sabías que eran retahílas?