La Gran Muralla China es una de las estructuras arquitectónicas más grandes del mundo, extendiéndose desde el norte de China hasta el sur de Mongolia, y fue construida por los antiguos chinos para servir de muro con el que poder defenderse de posibles invasores. Es decir, que se trataba de un sistema de defensa militar, muy bien situado a nivel estratégico, con incluso torres de vigilancia distribuidas por todo el muro para una mayor precisión.
El nombre con el que la conocemos hoy fue puesto por viajeros europeos, cambiando durante distintas épocas y dinastías. Así, otros nombres que recibió fueron los de “Dragón de la Tierra” o “Frontera Púrpura”. ¿A que son fabulosos?
La Gran Muralla China tiene nada más y nada menos que 21.196 km de longitud y unos 7 metros de altura de media, ¡aunque algunos tramos pueden llegar incluso a 14! De hecho, es tan grande que no se puede ver de un solo golpe de vista, y se dice que se pueden ver algunas de sus partes incluso desde la Luna. ¿La vería Neil Armstrong?
Pero la Gran Muralla China tiene mucho más que contar. ¿Nos acompañas para conocer todos sus secretos?
Breve historia de la Gran Muralla China
Para conocer los orígenes más notables de la Muralla China debemos remontarnos al primer emperador de la Dinastía Qing, Qin Shi Huangdi, bajo cuyo mandato se hicieron muchos cambios en el país, entre ellos, la rematación de un muro defensivo iniciado en torno al año 770-476 a.C.
Una de las cosas que el emperador Qin quería lograr era la de mejorar el sistema de protección de China frente a los mongoles, situados al sur de China, pues lo cierto es que por esa frontera China era bastante vulnerable, y así fue cómo se tomó la importante decisión de completar la muralla, con unos 16.000 kilómetros de extensión en aquel momento.
Así, el emperador Qin puso al pueblo chino (población esclava, de manera general) a trabajar en la construcción de más tramos de la muralla, lo cual fue toda una obra de ingeniería y un desafío, pues era un proyecto de tal magnitud que fueron muchos los que murieron o enfermaron en el camino.
En total se construyeron varias secciones (no es un muro continuado) con torres de vigilancia para los soldados (en concreto 7.000) y una calzada que recorre toda la parte superior de la muralla, utilizando materias primas tan humildes como la tierra apisonada o barro, la piedra, el cemento o la madera y el ladrillo.
Pero lo cierto es que tampoco sería con el emperador Qin con quien se terminaría finalmente la muralla, ya que se harían nuevas ampliaciones durante muchos años (como las de la Dinastía Han o como la realizada en 1406 d.C. por la conocida como Dinastía Ming), terminándose de manera definitiva en el año 1644 d. C. bajo la Dinastía Shun, que sucedió durante un tiempo a la Ming.
Cuándo y cómo se construyó la Muralla China
Como hemos visto, la construcción de la Muralla China tuvo varias fases, que transcurrieron entre el siglo VIII a.C. y el siglo XVII d.C., siendo ampliado y reconstruido en muchas ocasiones y bajo diferentes dinastías. Hablamos de más de 1.700 años en total… ¡Una auténtica locura!
Pero no solo se construyó la muralla, pues dentro de ella también se hicieron cuarteles para que los soldados pudieran refugiarse durante sus guardias, así como fosos más allá de la muralla, para poner difícil a los enemigos el acceso a la misma, o torres y balizas con las que poder enviar señales ante la presencia de peligros.
¿Cuál ha sido la evolución de la Muralla China?
Hasta ahora hemos tenido ocasión de ver cómo muchas dinastías chinas distintas fueron poniendo su granito de arena en la construcción de la Muralla China durante siglos, con el esfuerzo de miles de trabajadores que padecieron grandes calamidades ante tan inconmensurable proyecto. Pero a pesar de todo, lamentablemente, la Muralla China nunca llegó a funcionar como realmente se esperaba, pues se deterioraba cada vez más y las aberturas de las numerosísimas torres defensivas, hacían que fuese difícil a veces la defensa, propiciando también el ataque.
Una situación que hizo que el muro dejase de utilizarse como sistema defensivo del país, curiosamente en el mismo siglo en el que terminó de construirse, en el siglo XVII, cayendo al poco tiempo buena parte de la muralla en ruinas, hasta su posterior reconstrucción ya en el pasado siglo XX. Tras esto, en el año 1987, la Gran Muralla Cina fue declarada como parte del Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Hoy en día, aunque muchas partes se han perdido (algunas por robos o por el desgaste que supone el paso a través de ellas de miles de personas al año), gran parte de la Muralla China sigue en pie, pues ya solo funciona como atractivo turístico.
¿Te animarás a visitarla un día?
