Babilonia fue una ciudad misteriosa de la que no se sabía más que por antiguos pergaminos y recopilaciones de historiadores griegos o viajantes que la visitaban, un imperio en apogeo que se levantaba sobre la antigua Mesopotamia y que caminaba entre el mito y la realidad…¿Conoces tú alguna cosa sobre Babilonia?

¿A que suena como un cuento de hadas? O como una ciudad que se encuentra entre el mito y la realidad, pero lo cierto es que Babilonia sí existió y no solo eso, sino que se considera que parte de su patrimonio artístico (no conservado) forma parte de las llamadas Siete Maravillas del Mundo Antiguo, y en concreto, sus Jardines Colgantes.

Sí, quizás hayas escuchado alguna vez hablar de los Jardines Colgantes de Babilonia (sobre los que hoy en día siguen depositándose dudas de su existencia real), o tal vez hayas escuchado algo sobre el zigurat dedicado al dios Marduk llamado Etemenanki (Templo del cielo y la tierra del siglo VI a. C., llamado Torre de Babel en los textos bíblicos), sin embargo, queremos hablar aquí de la llamada “Puerta de Isthar”, una maravilla imponente que en la actualidad sí que podemos observar.

De las siete maravillas que hubo en el mundo antiguo solo las pirámides de Giza han sobrevivido completamente en pie, y es lo mismo que ocurre con otras construcciones arquitectónicas y artísticas del pasado, de las que solo podemos admirar sus vestigios, ruinas o materiales con los que fueron construidas. Es el caso de la Puerta de Isthar, una estructura que formó parte de las murallas de Babilonia y que vamos a conocer mejor a continuación. ¡Acompáñanos en esta interesante e intrigante historia!

 

que es Puerta de Ishtar

 

¿Qué es la Puerta de Ishtar?

 

Pues es, como su nombre indica, una puerta que conectaba el templo de la diosa Ishtar, del amor y de la guerra, con el zigurat del dios Marduk. Fue construida en el año 575 a. C. bajo el mandato del rey Nabucodonosor II y  estaba hecha con ladrillo vidriado, que es adobe que se cuece junto con los pigmentos hasta su vitrificación.

La puerta de Ishtar contaba con un color azul intenso (debido al lapislázuli empleado en su construcción) que hacía de esta estructura el centro de atención absoluto en la próspera ciudad de Babilonia. Además, resaltaba entre los colores dorados y rojizos de todas las edificaciones, lo que añadía más valor y más atractivo aún.

La Puerta de Ishtar fue una de las ocho puertas que conformaban la muralla interior de Babilonia, todas conectadas al zigurat de Marduk, donde eran celebradas las fiestas de año nuevo. Así, la puerta facilitaba la entrada al dios nacional Marduk a la ciudad, proporcionando poder y abundancia al Imperio de Babilonia.

Se trata de una estructura monumental de 15 metros de altura por 24,5 metros de ancho que realmente es una doble puerta, aunque la parte posterior es mucho más grande y permanece almacenada en un museo ante el límite de espacio del mismo. En su fachada, la Puerta de Ishtar cuenta con dibujos y siluetas de dragones, leones, toros y seres mitológicos. A su vez, en sus frentes se narra el majestuoso éxito militar del rey Nabucodonosor II derrotando al ejército egipcio y saqueando y destruyendo el templo de Salomón en Jerusalén. En la parte inferior de la puerta podemos encontrar filas de flores similares a las margaritas como adorno y, dentro del arco, la puerta contaba con dos esfinges que hoy en día se han extraviado.

 

Puerta de Ishtar dibujo

 

¿Quién descubrió la puerta de Ishtar?

 

Veinticuatro metros de arena recubrieron lo que alguna vez fue la mítica capital del imperio babilónico, la ciudad de Babilonia, enterrando así también la Puerta de Ishtar en el lado norte de la ciudad. Sin embargo, a pesar de no tener coordenadas exactas o alguna certeza sobre su existencia, lo cierto es que el alemán Robert Koldewey fue el que tuvo la fortuna de descubrirla en el año 1899.

Una vez encontró la puerta, fue trasladada a Alemania, al Museo de Pérgamo de Berlín, donde desde 1930 se expone libremente al público. Las ruinas de la Puerta de Ishtar tuvieron que ser reconstruidas, pero hoy son la mayor atracción del museo y representan el descubrimiento de una de las ciudades más importantes del mundo, territorio ahora ubicado a 100 kilómetros al sur de Bagdad en el país de Irak.

Al igual que ocurre con otros países y otras culturas, Irak continúa reclamando hoy la vuelta y conservación de la Puerta de Ishtar como parte de su cultura milenaria.




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