Uno de los astros que más llama la atención sin duda es el Sol, ya que se sabe que de él se origina la vida y que es capaz de irradiar la luz y el calor necesario como para calentar nuestro planeta.
En muchas culturas el Sol ha sido y es venerado por ser el anunciante de un nuevo día, además de dador de vida, pero, ¿qué más curiosidades y características tiene? ¡Descubre de qué está hecho y cuál es su importancia a continuación!
Características del Sol
El Sol se encuentra en el centro del Sistema Solar y, por ende, todos los demás astros (planetas, cometas, meteoritos) circulan a su alrededor. Se reconoce como una estrella que ha pasado por casi todas sus etapas de formación, considerando los científicos que solo le falta una última fase, llamada “enana blanca” para que extinga su luz.
Estructura
El Sol se constituye como una inmensa esfera de gases que forman distintas capas conocidas como “atmósfera solar”. Estas capas son: la corona, la cromósfera y la fotósfera, siendo esta donde se forman las manchas y los vientos solares y también de emanar la luz y el calor que desprende el Sol y que se transporta por todo el Sistema Solar.
El núcleo del Sol emana mucha energía y se encuentra compuesto por capas gaseosas que fusionan a altas temperaturas millones de átomos de hidrógeno y helio. A su vez, dichas capas son las responsables de emanar radiaciones de onda corta, los rayos X y los rayos ultravioletas, así como también los rayos gamma y la radiación infrarroja.
Tamaño
El núcleo del Sol posee un tamaño de 350.000 km de diámetro, con una capa superficial llamada “zona visible o fotósfera” que tiene 400 km de espesor. Como ya se ha explicado anteriormente, cada una de estas capas cumple una función específica y es sorprendente el gran tamaño de esta estrella.
Los movimientos del Sol
El Sol posee movimiento de rotación que logra realizar en un periodo de 25 a 30 días, y esta disparidad se forma debido a que la zona ecuatorial del Astro Rey (como también se conoce al Sol) realiza el giro en su propio eje más rápido de lo que se hace en las zonas de los polos. Esto es reconocido por los científicos como un movimiento de rotación diferencial.
En cuanto al movimiento de traslación, el Sol gira en una órbita elíptica que realiza a lo largo de 230 millones de años. La energía del Sol solo se produce mayormente en su núcleo a través de procesos químicos de convección y radiación, por eso la energía no se agota. Desde el núcleo, la energía pasa a las capas superficiales y de allí al Sistema Solar.
Los átomos de hidrógeno dentro del núcleo solar se fusionan y crean la energía que llega a la Tierra transformada en ondas de distinto tipo, entre las que se encuentran:
- Los rayos X.
- Los rayos ultravioletas.
- Los rayos infrarrojos.
- Los rayos hercianos.
- Los rayos visibles.
Solo cuatro de estas ondas llegan a la superficie terrestre, ya que una parte se refleja y la otra se refracta sin ser visible. A pesar de ello, los rayos son bien absorbidos por las especies vegetales en la Tierra.