El aire y sus componentes
El aire: indispensable para la vida
Todos sabemos que el aire es un elemento muy importante para la vida y que sin él ningún ser vivo podría habitar el planeta tierra. Pero, ¿sabes de qué está hecho el aire?
El aire es una mezcla de gases que se encuentran en una capa que rodea a la tierra, también conocida como atmósfera terrestre. Esta capa de aire es incolora, inodora e insípida, lo que quiere decir que no tiene color, olor o sabor. Está formada por distintos gases, principalmente el nitrógeno y el oxígeno, pero también contiene dióxido de carbono, vapor de agua, argón y otros gases como el ozono y el neón, entre otros.
Como todos los gases, el aire ocupa un lugar en el espacio, no posee un volumen definido y llena los espacios vacíos de manera uniforme. Además, se expande y se contrae, puesto que al calentarse ocupa un mayor volumen debido al movimiento de sus partículas (se expande y asciende), mientras que si se enfría disminuye su volumen, se contrae y desciende.
La composición del aire
Aunque todos piensan que el oxígeno es el principal componente del aire, en realidad el nitrógeno es el gas más abundante dentro de la mezcla, ya que representa aproximadamente el 78% de la composición, seguido de este está el oxígeno que conforma aproximadamente el 21% de la composición y el 1% restante está conformado por los demás gases.
La mezcla de gases que forman el aire ha sido el resultado de procesos que han ocurrido a lo largo de 4,500 millones de años. Al principio la mezcla de gases dentro de la atmósfera estaba formada principalmente por vapor de agua, dióxido de carbono, nitrógeno y casi nada de oxígeno, ya que este se formó principalmente por las erupciones volcánicas. Para que la mezcla de gases se transformara a la que tenemos actualmente, tuvieron que pasar muchos procesos y hace aproximadamente 570 millones de años el contenido del oxígeno en la atmósfera llegó a un punto ideal para que se desarrollara la vida en el planeta, primero en los océanos y hace 400 millones de años, en la Tierra.
Dentro de la atmósfera, el aire es afectado por la temperatura, y debido a las diferencias de temperatura en distintos puntos de la tierra, se forman capas de aire con diferentes temperaturas y por lo tanto diferentes densidades. Las diferencias en densidades provocan movimientos en las diferentes capas de aires, lo que conocemos como corrientes de aire. El movimiento de estas corrientes de aire está determinado no solamente por la temperatura, sino también por la rotación de la tierra, el material de la superficie terrestre, la radiación solar, la pérdida de calor de la superficie terrestre, la topografía y la morfología de la superficie.
La composición original del aire puede cambiar cuando las actividades humanas, como por ejemplo la industria, liberan a la atmósfera gases tóxicos que son dañinos para los seres vivos. A este fenómeno se le conoce como contaminación y puede provocar serios daños a la salud de los seres vivos. Es por eso que en los últimos años los científicos se han abocado a estudiar este fenómeno y cómo se puede contrarrestar para mejorar la calidad de vida de los humanos y de todos los seres vivos del planeta.