Juegos sobre el entorno y el medioambiente
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ENTORNO QUE NOS RODEA
El estudio del entorno durante los niveles educativos de primaria, está relacionado fundamentalmente con la actitud que los seres humanos deberíamos asumir en relación al mundo que nos rodea. Conocer los elementos naturales que dan sentido a la vida, como es el caso del agua o del aire, la función y el papel de las plantas, los paisajes que nos rodean, qué hay más allá de nuestro planeta, o los diferentes espacios de los cuales disponemos en la ciudad y sus funciones…, es fundamental para desarrollar un conocimiento crítico y pleno del entorno, así como para aprender de qué forma debemos relacionarnos con él. Es decir, el estudio del entorno nos faculta, gracias a toda una serie de elementos aunados, para la consecución de habilidades positivas destinadas a conseguir el respeto y la protección de nuestro entorno y del medioambiente.
Aprender para qué sirven los espacios públicos y el comportamiento que deberemos mostrar en cada uno de ellos, o proponer actividades para la preservación del medioambiente que ayuden a estimular las características de los más pequeños relacionadas con el cuidado de su entorno, como es por ejemplo el caso de la estimulación y concienciación en torno al reciclaje, son aprendizajes secundarios obtenidos gracias al estudio de los elementos del entorno, fundamentales en nuestra sociedad. De este modo, en este bloque temático también será muy importante transmitir la necesidad de profesar respeto y cuidado a las plantas y animales que nos rodean. El entorno se divide en espacios y elementos pertenecientes al mundo natural, pero también al mundo social y cultural y es preciso aprender a distinguirlos y a clasificarlos.
En definitiva, durante este bloque temático de la primaria, los niños podrán ir adquiriendo valores necesarios para un desarrollo cívico del comportamiento, aplicable a los distintos retos y problemas que se nos plantean a diario. De dónde surgen dichos valores, y la necesidad o conveniencia de asumirlos para su posterior puesta en práctica en función de nuestro entorno natural, social o cultural, es indispensable para alcanzar un buen nivel de ética ciudadana.