Objetos de origami

El origami es un arte en papel, pero también una excelente gimnasia para nuestro cerebro. Además, es una práctica que está al alcance de todas las personas, por lo que no hay excusa para hacer figuras de origami y aprender a doblar el papel cada vez con una mayor maestría.

El origami se convirtió en un arte famoso y popular (más allá de la artesanía) gracias a Akira Yoshizawa, considerado el gran maestro japonés de este arte milenario, pero también es una parte muy importante de la cultura china aunque siempre se asocie el origami a Japón, solo que en China recibe el nombre de “zhezhi”.

De hecho, hoy en día es tan importante que cada vez es más habitual que el origami forme parte de los temarios académicos debido a sus numerosas aplicaciones prácticas y a todas las habilidades que se pueden desarrollar. Además de sus ventajas terapéuticas, el antiguo arte del origami tiene importantes implicaciones para la educación, y algunas de ellas son:  

• Permite el desarrollo de las habilidades cognitivas.
• Promueve las habilidades sociales entre los alumnos.
• Estimula y potencia la capacidad creativa.
• Favorece la capacidad de resolver problemas.
• Mejora el aprendizaje de temas complejos, como la ciencia o las matemáticas.
• Contribuye al bienestar del cuerpo y a una mejor salud mental.

Los japoneses fueron los primeros en incorporar el origami al aula, sobre todo en los grados de primaria, y lo hicieron convencidos de sus grandes ventajas y de los aprendizajes vitales que aporta: mejora de las habilidades espaciales, de la capacidad de análisis, del nivel personal de creatividad, de las habilidades conductuales y motoras, de la capacidad de pensamiento y análisis…etc. Y por si todo esto fuera poco, el origami también mejora nuestra capacidad para recordar las cosas, nuestra confianza en los otros o nuestra paciencia, lo cual son habilidades muy importantes, tanto para la infancia como para la vida en general.

Cabe señalar aquí que la relación entre el origami y las matemáticas en las aulas sí que es algo más reciente, pero aun así cada vez está más extendida. Y no es para menos, pues permite a los niños comprender cosas tan necesarias como la geometría o el estudio de las fracciones, o comprender los conceptos de simetría mientras se experimenta con figuras reales y divertidas, y con la ayuda tan solo de una hoja de papel y de dos manos.

¿Quieres comprobarlo con nuestras geniales figuras de objetos de origami como coches, cajas, cestas, alimentos o molinillos de viento?