Alta edad media

La Edad Media o medievo, es el nombre que recibe el periodo histórico de la civilización occidental que comenzó con la caída del Imperio Romano en el siglo V y que se extendió hasta el siglo XV.  Los primeros siglos de esta etapa se denominan Alta Edad Media, y algunos historiadores consideran que se extendió hasta el siglo X aproximadamente.

No obstante, esta consideración no es absoluta, pues existen pequeñas variaciones temporales en cuanto al inicio y fin de la misma, que vienen dadas por las diferentes corrientes historiográficas.

CARACTERÍSTICAS Y PRINCIPALES INVASIONES

Imperio Bizantino

La Alta Edad Media se caracterizó por una gran turbulencia, propiciada por las numerosas guerras que tuvieron lugar y por la llegada de los pueblos germánicos, que desestabilizaron mucho la sociedad y la economía.

Ante la frecuente llegada de invasiones, los reyes comenzaron a ceder parte de su poder a sus nobles para que se encargaran de la defensa de sus territorios y, si bien tal acción los debilitó bastante, no renunciaron a sus privilegios como monarcas en ningún caso.     

Esta inestabilidad provocó el comienzo de muchos cambios políticos, sociales y económicos, que darían como resultado, más tarde, el surgimiento del llamado “sistema feudal o feudalismo”. Así mismo, la población abandonó las ciudades y buscó refugio en el campo, dando lugar al comienzo de una sociedad rural. La economía pasó a ser de subsistencia y se basaba en la agricultura y en la ganadería que estaba orientada al autoconsumo, pues el comercio apenas existía, ya que los comerciantes hacían muy pequeñas distancias aún.

En esta etapa destacaron también dos frentes políticos importantes: el Imperio Bizantino o Imperio Romano Oriental, y el Imperio Carolingio.

Imperio Carolingio

EL IMPERIO BIZANTINO Y EL IMPERIO CAROLINGIO

Coronación Carlomagno

El Imperio Bizantino o Imperio Romano Oriental resistió las invasiones germanas y mantuvo su unidad durante todo el medievo. Esta sociedad tenía un poder político centralizado en la figura del “emperador” y en su capital, Constantinopla, y su caída marcaría el fin de la Edad Media.

Por otro lado estaba el Imperio Carolingio, que surgió en el siglo IX fundado por el rey franco Carlomagno, quien según se cuenta, unificó Europa occidental y modificó sus costumbres. Además, con el objetivo de controlar y proteger mejor el Imperio, este se dividió en ducados, condados y marcas, a cargo de los nombrados Duques, Marqueses y Condes.  

Cuando muere Carlomagno (el 28 de enero del año 814 d.C.) comienza una gran inestabilidad política en el Imperio y, para ponerle fin sus sucesores firmaron el denominado Tratado de Verdún, que terminó con la división del Imperio Carolingio en varios reinos.

División Imperio Carolingio

LA RELIGIÓN EN LA ALTA EDAD MEDIA

La religión cristiana se mantuvo durante toda la Edad Media y su principal creencia era la existencia de un solo dios con tres naturalezas: Padre, Hijo y Espíritu Santo, por lo que se rechazaba el cristianismo que establecía dos divinidades, una buena y otra mala.

También creían en el alma inmortal y en la existencia del pecado original por la desobediencia de Adán Y Eva, así como en el papel redentor de Jesucristo y en el juicio final que castigaría a los pecadores cuando se produjera la segunda venida de Jesucristo, que se creía inminente.

PRINCIPALES INVASIONES EN LA ALTA EDAD MEDIA

Musulmanes Edad Media

Como ya hemos explicado, la Alta Edad Media se caracterizó por las múltiples invasiones y migraciones de los pueblos «bárbaros» que llegaban a Europa del sur y a la zona del Mediterráneo. Los pueblos germanos llegaron en el siglo IV y derrocaron al Imperio Romano Occidental, así, en el siglo V, formaron los reinos germánicos: francos, visigodos, suevos, vándalos, alanos…y con ellos comenzó la germanización de la Europa latina.

Más tarde comenzaron a llegar a Europa Oriental los eslavos, que se asentaron en los territorios del este que habían ocupado los germanos. Esta migración dejó un profundo impacto en estas regiones, sobre todo en su legado cultural.

En el siglo VII entraron los musulmanes por el sur y se asentaron en la Península Ibérica durante casi ocho siglos. En ese entonces,  España se islamizó y adoptó en gran parte las costumbres y la cultura de los invasores, y su nombre fue Al-Ándalus.

En el siglo VIII llegaron los vikingos o normandos, y comenzaron sus saqueos e invasiones, que fueron en ascenso según avanzaron los años. Entraron a  Europa  por el norte impulsados por una serie de cambios climáticos y sociales que venían ocurriendo. Su presencia en Europa incorporó elementos que hoy se observan en la cultura actual, y un ejemplo es la orfebrería en metal y la talla en madera.

¿SABÍAS QUÉ…?

  • Aunque la higiene no era tan buena como la de hoy en la Edad Media, puesto que no había cosas tan necesarias como el agua corriente o un W.C., sí que trataban de mantener sus dientes en muy buen estado usando remedios como el romero, previamente quemado, ya que las extracciones eran muy dolorosas por la carencia de anestesia.
  • En aquel entonces era muy común el uso del abanico, solo que su finalidad no era solo refrescar, sino ayudar a disimular el mal olor que desprendían las ropas, pues el baño diario aún no estaba entre las costumbres de las personas de entonces.
  • Muchos consideran que la frase «salvado por la campana» tiene su origen en esta época, cuando se dieron cuenta al notar arañazos en las tapas de los ataúdes, que enterraban a personas vivas (las enfermedades estaban muy poco estudiadas y no se hacían autopsias). Para remediar este infortunio ataban a la mano de los muertos un hilo conectado a una campana. Así, si revivían, harían ruido y serían sacados de la tierra por una persona a quien se le encomendaba vigilar al difunto durante días. ¿No es increíble? ¡Parece de película!

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