La civilización griega ha sido una fuente permanente de inspiración para la práctica de la escultura, que es una de las disciplinas de las Bellas Artes. Así, desde la antigüedad, la escultura ha sido parte de la historia de la humanidad, por lo que muchos fueron los escultores del pasado que terminaron dejando una huella imborrable en el mundo artístico.

Es fascinante poder contemplar hoy cómo los grandes escultores griegos, a través del modelado y tallado, fueron los responsables de tan bellas y perfectas obras. De este modo, muchas fueron las esculturas creadas a lo largo de los siglos, entre ellas la conocida como “Venus de Milo” (una de las más importantes y reconocidas a nivel mundial), pero lamentablemente pocas sobrevivieron, llegando muchas copias hasta nuestros días.

A pesar de ello, esta escultura femenina griega es una de las imágenes mejor conocidas del mundo y una de las más famosas esculpidas en la Antigua Grecia, concretamente en el periodo helénico… ¡Una época crucial para la historia!

 

¿Qué es la Venus de Milo?

 

La época helenística nos dejó obras de arte de gran belleza y perfección, notándose en todas ellas la delicadeza de los escultores y el amor con el que fueron hechas. Es el caso de nuestra Venus de Milo, también conocida como “Afrodita de Milos”, que fue una escultura de mármol de más de 2 metros de altura con un peso de 900 kilos, toda una obra escultural digna de admirar.

La Venus de Milo se caracteriza por representar la figura de una bella mujer semidesnuda con el cabello recogido y el vestido ceñido a la cintura, cubriendo el pubis y las piernas, con un estilo que se parecía ya más al romano que al griego. Según el Museo del Louvre, está compuesta por dos bloques de mármol que serían esculpidos por separado.

Basándose en la historia de la Antigua Grecia, solo los hombres podían desnudarse, a excepción de las diosas, por lo que se piensa que esta escultura representa a la diosa Venus, considerada la diosa del amor, la fertilidad y la belleza, una de las más veneradas tanto por griegos como romanos.

 

la Venus de Milo

 

¿Quién fue el creador de la Venus de Milo?

 

El creador de la Venus de Milo no está del todo claro. Sin embargo, se dice que Alejandro de Antioquia, un escultor helenístico reconocido, pudo ser el verdadero autor de esta imponente obra esculpida a finales del siglo II a. C.

Ahora bien, esta atribución que se le hace a Alejandro de Antioquia como el creador de la Venus de Milo, se debe en realidad a la inscripción que se hallaba en su pedestal, la cual, por desgracia, desapareció de forma misteriosa hace casi 200 años.

Por otra parte, una de las particularidades (y seguramente uno de los más grandes atractivos) de esta escultura es la ausencia de sus brazos, que se cree que sí existieron, pero que fueron destruidos con el paso del tiempo. No obstante, su ausencia ha generado distintas hipótesis que guardan relación con la posición de los mismos.

Por ejemplo, algunos expertos hacen alusión a que el brazo derecho reposaba sobre el torso, con la mano apoyada en la rodilla izquierda, sujetando la tela que rodea sus caderas y con el propósito de evitar que se le cayera. Otros, por su parte, creen que el brazo izquierdo sostenía en su mano una manzana que se encontraba  posicionada a la altura de sus ojos, la cual había sido ofrecida a Afrodita durante el juicio de Paris.

Entre otras teorías, también hay un grupo de investigadores que especulan sobre la idea de que esta hermosa diosa se encontraba en realidad apoyada en un pilar y que llevaba en su mano una corona, un espejo o un escudo. Asimismo, algunos expertos opinan que esta estatua no representa a Afrodita, sino que se podría tratar de otras diosas de la antigua Grecia.

 

venus de milo

 

¿Dónde encontraron a la Venus de Milo?

 

La historia nos relata que esta obra fue descubierta en el año 1820 y hallada en la isla de Melos o Milo, motivo por el que fue nombrada como “la Venus de Milo”.

Se dice que fue encontrada por un campesino llamado Yourgos Kendrota, un trabajador de la tierra en la Isla de Milo que se la encontró hecha pedazos dentro de las ruinas de una ciudad antigua ubicada en la isla, y que al verla quedó encantado. A raíz de este descubrimiento, muchos le hicieron distintas ofertas para comprarle la escultura, sin embargo, este se negaba a venderla.

A pesar de esto, finalmente sería vendida al cónsul francés Marqués de Rivière, que decidió regalarla más tarde al Rey Louis XVIII, siendo trasladada a Francia y donada al gran Museo de Louvre. Actualmente, la Venus de Milo sigue estando en el Museo de Louvre en París, por lo que tal vez algún día podrías conocerla, y continúa siendo una de las obras exhibidas de más valor e impacto en el arte. ¡Miles de personas la visitan cada día en este reconocido museo de Francia! ¡Seguro que tú también lo harás algún día!




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