El “Laocoonte y sus hijos” es una de las esculturas más populares e imponentes del arte de la antigua Grecia, pero, ¿a quién representa? Pues se cree que el llamado Laocoonte pudiese ser un sacerdote que interviniese en la famosa “Guerra de Troya”, procurando advertir a su pueblo sobre un caballo de madera que ocultaba a soldados griegos en su interior: el Caballo de Troya. Desafortunadamente, la mitología dice que nunca pudo llegar a dar su mensaje, pues una serie de serpientes que habían sido enviadas por los dioses, le atraparon para silenciarle, las cuales podemos ver también en la escultura.

Hablamos por tanto de una obra muy antigua, aunque muy bien conservada, llena de emoción y de movimiento, reflejándonos como pocas la pericia de sus escultores, que serían al menos tres: Agesandro de Rodas, Polidoro de Rodas y Atenodoro de Rodas. Sin duda, su representación de la lucha entre el hombre y las fuerzas divinas sigue siendo una fuente de inspiración y fascinación hoy en día, perdurando su impacto aún en el arte, en la historia y en la cultura, ¡pero conozcamos más sobre ella!

 

Qué es y qué representa “El Laocoonte y sus hijos”

El Laocoonte y sus hijos, nombre completo de la obra, es una escultura muy antigua aunque de difícil datación, que representa una historia de la mitología griega, una auténtica tragedia, sobre un hombre llamado Laocoonte y sobre sus dos hijos, que también serían atacados junto a él por las serpientes gigantes. Fue excavada en el siglo XVI en la ciudad de Roma, cerca de la iglesia de Santa María la Mayor, y se cree que pudo ser realizada durante los primeros tiempos de la era cristiana, es decir, ¡hace más de 2.000 años! Otras fuentes, sin embargo, nos hablan de que tal vez pudiese ser un poco anterior, en torno al año 40 o 30 antes de Cristo.

Sea como fuere, esta escultura se relaciona con el periodo  conocido como “edad de oro de la escultura romana”, un período de esplendor artístico que coincidiría con el reinado de Augusto, el primer emperador de Roma, y que marcó un florecimiento sin precedentes en la producción artística y cultural del Imperio Romano. Dicha tragedia se refleja muy bien en la obra, donde podemos ver los cuerpos de sus protagonistas con una tensión y un movimiento del cuerpo hiperrealista, en una escena verdaderamente dramática. La ira de los dioses griegos debía ser terrible… ¡hasta podemos ver la angustia en sus rostros como si fuera real!

Debes saber también que la escultura original del Laocoonte y sus hijos fue creada en mármol, y que se encuentra en la ciudad del Vaticano, en el museo del mismo nombre, en Roma, aunque existen reproducciones y es de sobra conocida por todo el mundo. Tras su descubrimiento en el año 1506, la obra sería restaurada y exhibida allí ya para siempre, lugar privilegiado desde el que ha fascinado a generaciones enteras gracias a su poderosa expresión y a su excepcional habilidad técnica.

 

escultura el laocoonte y sus hijos

 

Origen de la obra escultórica del Laocoonte

Como hemos podido ver, la escultura de “El Laocoonte” está inspirada en una historia de la mitología griega, pero, ¿cómo se halló en Roma si la historia es griega? Pues porque los romanos adoptaron muchas de aquellas historias a su propia cultura, y es por eso por lo que también comparten la mayoría de dioses y diosas en su mitología, aunque con otros nombres.

Laocoonte, el sacerdote troyano que quiso desafiar su destino y la voluntad de los dioses, terminó sufriendo un duro castigo que también pagarían sus hijos, por haber intentado advertir a sus compatriotas sobre el engaño del imponente Caballo de Troya. Y es que aquello tan solo había sido una simple artimaña, utilizada por los griegos para poder infiltrarse en la ciudad de Troya durante la famosa guerra que les enfrentaría.

 

Características más importantes de “El Laocoonte”

  • La escultura del “Laocoonte y sus hijos” está llena de emoción y de intensidad, pues vemos a Laocoonte angustiado, sufriendo por un castigo inesperado y por ver a sus hijos también en peligro, a través de sus rostros y de posturas corporales.
  • Se trata de una obra escultórica con un alto grado de realismo, tanto en la representación de las figuras humanas como en la de las serpientes, y todo gracias a detalles anatómicos muy precisos y a una atención meticulosa puesta en cada detalle, como en los músculos, el pelo o la apariencia de la piel. Un conjunto de detalles que crean esa sensación de vida y movimiento en la escultura, a pesar de estar tallada en un material tan frío y duro como el mármol. ¡Es de una delicadeza que impresiona!
  • La composición de la escultura transmite un claro sentido de movimiento y acción, pues los protagonistas se contorsionan de manera armónica y sincronizada en respuesta al ataque cruel de las serpientes, las cuales también parecen moverse al enroscarse alrededor de sus cuerpos como en una especia de baile fatal.
  • A pesar de la intensidad de la obra, la composición de la escultura muestra un equilibrio armonioso entre las diferentes figuras y sus demás elementos, creándose una sensación de unidad y una cohesión entre todos ellos capaz de hipnotizar al espectador y de trasladarnos a ese episodio de la historia de la edad antigua tan crucial que fue el de la Guerra de Troya, transmitida hasta nuestros días gracias a personajes como el historiador Herodoto o el poeta Homero.

 

escultura arte el laocoonte y sus hijos

La escultura de “El Laocoonte”, en definitiva, es una obra imprescindible que todos debemos conocer, capaz de transportarnos a ese mundo antiguo que nos precedió, lleno de mitos y de leyendas. Además es una de las más importantes, pues al hecho de que se conserve la figura original, debemos añadir el que sea una de las más impactantes y con un dominio de la técnica tan absolutamente brillante. Una auténtica obra maestra que perdura y que nos espera a que la encontremos, algún día, para poder contemplar por nosotros mismos y en directo su capacidad para trascender y perdurar en el tiempo… ¡Miraculum artis!




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