Al igual que los cangrejos, las gambas y los bogavantes, las langostas pertenecen al grupo de los crustáceos del orden de los artrópodos, y en concreto de la familia “Nephropidae y Homaridae”, especies que se caracterizan por su cuerpo segmentado, sus numerosos apéndices articulados y por ser decápodos, es decir, por tener diez patas. Otro rasgo con el que podemos identificar a estos animales es su respiración branquial y su caparazón de gran dureza y resistencia, formado de quitina.

En el mundo se pueden encontrar alrededor de 50 especies de langostas que pueden variar de color, yendo desde el rojo pardo, el marrón o el azul, hasta diferentes tonalidades de violeta. La mayoría de las langostas tienen también manchas amarillas, las cuales se distribuyen en parte del abdomen, de las extremidades y de las antenas.

Este tipo de crustáceo no posee pinzas, a excepción de las hembras, que sí poseen unas en el quinto par de patas que funcionan en forma de cuchillas: una de estas dos grandes pinzas es utilizada para aplastar y triturar los alimentos y la otra para cortarlos.

Por otra parte, debes saber que la estructura fisonómica de las langostas está conformada por dos grandes y largas antenas que pueden llegar a medir incluso más que el propio cuerpo de la langosta, así como una cola en forma de abanico que les permite nadar.

 

qué son las langostas 

 

Qué comen las langostas

 

Las langostas son animales omnívoros, es decir, que comen de todo, y pueden alimentarse de materia en descomposición tanto animal como vegetal. Suelen consumir fundamentalmente carne de moluscos, peces pequeños, caracoles, gusanos y otras especies de crustáceos, así como algas y restos orgánicos. Además, cuando escasean los alimentos que normalmente comen, pueden consumir distintos tipos de vegetación que encuentren disponible.

Sus antenas alargadas proporcionan a las langostas algo parecido a un “súper-poder”, ya que este par de estructuras les brindan una capacidad especial para detectar a las presas que se convertirán después en sus alimentos. Además, les permiten ubicarse en aquellos fondos del mar donde el sentido de la visión no les sirva en absoluto.

Por otra parte, es importante comentar que este impresionante crustáceo está dotado de tres estómagos dentro del cefalotórax: el primero es el que recibe aquellos alimentos que desmenuzan en pequeñas partículas y es llamado “forgut”; el segundo estómago, conocido como intestino medio, tiene unas glándulas que ayudan a la digestión de esas partículas; y el tercer y último estómago, es decir, el intestino posterior, se encarga de recoger aquellas partículas no absorbidas enviándolas al ano.

Otro dato interesante que debes conocer también es el de que las langostas se alimentan durante la noche, ya sea de animales muertos o de presas capturadas por ellas mismas, aunque en cautiverio pueden ser caníbales y llegar a comerse incluso a otras langostas.

Dónde viven las langostas

 

Como en la mayoría de los casos, el hábitat de las langostas varía según la especie, pudiendo vivir en aguas dulces o salobres, por lo que son animales que pueden hallarse en muchas partes del mundo. No obstante, se distribuyen principalmente en zonas ubicadas en el Océano Atlántico y en el Mar Mediterráneo, a excepción de las zonas orientales, donde no está presente este tipo de crustáceos.

El hábitat favorito de las langostas son los fondos rocosos, arenosos y los acantilados que se encuentren cercanos a las costas. También existen especies a las que les gusta vivir en arrecifes de coral y manglares. Suelen ocultarse en sus cuevas o rocas durante el día para salir a comer por la noche.

 

características de las langostas

Otros datos curiosos sobre las langostas

 

  • ¿Sabías que la langosta más grande del mundo se encontró en Nueva Escocia (Canadá) con un peso de poco más de 20 kg.? ¡Fue un gran acontecimiento que está registrado en el famoso Libro de los Récords!
  • Al igual que los bogavantes, las langostas mudan su caparazón en múltiples ocasiones a lo largo de su vida. Y en algunos casos, además, algunas langostas llegan a comerse la muda, es decir, sus propias cáscaras, con el fin de reponer las reservas de calcio que necesita su organismo.
  • Las antenas que poseen las langostas son necesarias especialmente para alertarse de la presencia de animales que representen una amenaza  para ellas, pero también para relacionarse con el entorno que les rodea.
  • Para migrar, las langostas se organizan en filas de hasta 100.000 langostas que se conectan por medio de sus antenas y de sus colas, siguiendo esta formación para viajar en grupo y defenderse de las amenazas.
  • La longevidad de las langostas es impresionante, pudiendo llegar a vivir hasta 100 años, como ocurre con los bogavantes. ¡Casi como algunos humanos!
  • Si pierden alguna de sus extremidades, las langostas tienen la capacidad de auto regenerarlas, proceso que tarda unos 5 años.
  • La langosta era antiguamente considerada una comida para pobres, especialmente en zonas en las que son abundantes, pero esto es algo que cambió a partir del siglo XIX. Así, aún hoy en día, las langostas son consideradas uno de los animales más apreciados del mundo a nivel gastronómico y uno de los más exquisitos también, viéndose por ello afectada en consecuencia su asequibilidad al público.

 


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