Iguanas, lagartijas…no importa cuál sea la especie, ya que si hablamos de lagartos tenemos que referirnos a los reptiles mejor adaptados y todoterrenos. Ya sea por su habilidad para trepar o por su lengua capaz de ‘olfatear’ agua y alimento, estos simpáticos animales escamosos son increíbles.
Generalmente, los lagartos tienen la cabeza de forma ovalada, sus fauces están repletas de pequeños dientes de gran filo y sus patas cortas y delgadas están cubiertas por unas laminillas similares a escamas. Estos simpáticos reptiles suelen medir entre 5 y 8 cm, sin embargo, existen algunos lagartos, como el Dragón de Komodo, que son muchísimo más grandes.
La cola de los lagartos es tan asombrosa que, ante un depredador, dejan que se la ataquen, puesto que tienen la capacidad de perderla y así funciona como señuelo. El depredador se queda con la cola y el lagarto se escapa a la carrera. Esta, con el tiempo, vuelve a regenerarse, pero no es su única función, ya que también les es necesaria para mantener el equilibrio al correr, para poder escalar y como excelente timón al entrar al agua.
Pero la cola no es lo único que destaca de la anatomía de los lagartos, ya que poseen un órgano que se conoce como vomeronasal, por el cual (para olfatear) captan las moléculas de olor en el aire y esa información viaja directa al cerebro del reptil. Otro reptil con esta característica es la serpiente, que utiliza la lengua para olfatear.
Algunas especies de lagartos poseen en sus patas una especie de ventosas que se denominan “setas”, las cuales les permiten tener una gran capacidad para mantenerse adheridos a superficies, generalmente rocosas. Por último, es importante destacar la capacidad de comunicación que tienen estas fascinantes criaturas, que utilizan los colores iridiscentes que recubren su cuerpo para señalar territorios o conductas que eviten conflictos con otros de su especie.
Qué comen los lagartos
Los lagartos suelen alimentarse de insectos, aunque en otras ocasiones, dependiendo sobre todo del tamaño del lagarto, también pueden llegar a alimentarse de mamíferos como los roedores. Así, también existe un tipo de lagarto (al que se denomina “overo”) que se alimenta de huevos de aves o de otros reptiles.
Dónde viven los lagartos
En general podemos encontrar lagartos en los trópicos húmedos, así como en desiertos áridos. Sin embargo, tampoco es de extrañar que se encuentren algunos de estos animales en alcantarillas o en edificios de grandes centros urbanos. Estos reptiles, además, pueden vivir en huecos de árboles o entre la maleza, como también debajo de la tierra.
Cinco datos curiosos acerca de los Lagartos que debes conocer
- Los Dragones de Komodo pueden llegar a medir hasta 3 metros y pesar muchísimo más. De hecho…, pueden llegar a tener el peso de un humano adulto, ¡hasta 70 kilos!
- En temporadas de hambruna se ha comprobado que los lagartos, para sobrevivir, pueden llegar a comerse su propia cola. Al fin y al cabo, saben que les volverá a salir.
- La relación de los lagartos y los humanos es excelente, ya que los consideramos sumamente útiles para combatir plagas de insectos. Este reptil suele cooperar en zonas donde se explota la agricultura.
- Pero también hay que saber que hay lagartos menos amigables, como los de la familia de los Heloderma, que son lagartos que poseen glándulas de veneno en sus mandíbulas. Estos ejemplares habitan en México y también al sur de Texas, en Estados Unidos. Otro espécimen venenoso se trata del gigantesco y ya mencionado Dragón de las islas de Komodo, en Indonesia.
- Los lagartos, al igual que las aves, nacen de huevos. Pero lo curioso es que existen alrededor de 50 especies de lagartos que pueden reproducirse y poner sus huevos en ausencia del macho de la especie. A esta forma de reproducción se la llama Partenogénesis.
