Arte mesopotámico
ORIGEN DEL ARTE EN MESOPOTAMIA
El arte de la antigua Mesopotamia no solo se erige como un testimonio de la habilidad técnica de sus artistas, sino también como un reflejo de sus creencias y logros, así como de la complejidad de su sociedad. Situada entre los ríos Tigris y Éufrates, Mesopotamia desarrolló un arte que destacó como una expresión fascinante de las civilizaciones sumeria, acadia, babilónica y asiria, reflejando su religión, su compleja sociedad y su conexión con la naturaleza.
Pero, ¿cómo se originó? El origen del arte en Mesopotamia está estrechamente ligado al desarrollo de las primeras civilizaciones, por lo que muchas veces esta zona recibe el nombre de “cuna de la civilización”, pues fue el hogar de las primeras culturas avanzadas del planeta desde el 3500 antes de Cristo, aproximadamente, hasta el 539 a.C. Es por eso que el arte en Mesopotamia tuvo sus raíces en diversas influencias culturales, religiosas y tecnológicas, y se mantuvo en permanente contacto con otras civilizaciones cercanas, como la egipcia e hitita, evolucionando a lo largo del tiempo y dejando un legado duradero lleno de riqueza y esplendor.
La invención de la escritura cuneiforme, uno de los primeros sistemas de escritura conocidos, tuvo un impacto muy significativo en la expresión artística en Mesopotamia. Aquella forma de escritura, tallada en tablillas de arcilla con un estilete de caña, no solo se utilizaba para los importantísimos registros administrativos, sino también para inscripciones religiosas y narrativas que a menudo se acompañaban de imágenes y relieves.
Aunque la necesidad de expresar la adoración que sentían por sus dioses o la glorificación de sus reyes, llevó también al desarrollo de monumentos y palacios ornamentados. Así, el arte, servía principalmente a los mesopotámicos para honrar a los dioses y para representar la autoridad de los gobernantes, sin olvidar otros aspectos funcionales y sociales, como las murallas o los servicios públicos.
CARACTERÍSTICAS DEL ARTE MESOPOTÁMICO
Una de las características más notables del arte en Mesopotamia fue, precisamente, su escritura cuneiforme, pues no solo servía para la transmisión de información, sino también para expresarse de una forma más mística y religiosa, creando ventanas únicas hacia la narrativa histórica, mitológica o religiosa. También podemos encontrar esculturas, relieves y estatuas que representaban a dioses, demonios y seres mitológicos. Por ejemplo, las figuras “Lammasu” (seres míticos con cuerpos de toro o león y cabezas humanas) se erigían como guardianes en las entradas de los palacios, y no solo cumplían con una función protectora, sino que también encapsularon la rica mitología que tenían y la importancia de la simbología en su cultura.
Los mesopotámicos usaban materiales duros en su mayoría, como el metal y la piedra, y es que, como buscaban hacer figuras duraderas, debían usar materiales que resistieran cualquier acontecimiento. ¡Y eran fanáticos también de las figuras redondas y en relieve! También les gustaban mucho las estructuras de bóveda o “abovedadas”, que tenían la función a nivel arquitectónico de ser centros religiosos, palacios o sitios dedicados a las actividades económicas y sociales. Aunque construir en Mesopotamia no debía ser nada fácil por la orografía del terreno y por la escasez de los materiales disponibles, siendo el adobe uno de los más usados.
Otros ejemplos de arte mesopotámico que podemos destacar son: los relieves tallados que adornaban los palacios reales y que representaban rituales o escenas de batallas y de caza; las estelas, que eran inscripciones que se hacían en piedra y que conmemoraban logros, eventos o normas y leyes; o la cerámica y la joyería, esta última finamente decorada con oro y piedras preciosas, revelándonos un alto interés por el cuidado y la estética.
Aunque si hay algo que destacó por encima de todo en el arte de Mesopotamia fueron los llamados “zigurats”, que eran enormes estructuras escalonadas que se alzaban majestuosamente en el horizonte para honrar a los dioses, como de Zigurat de Ur y cuyas escaleras conducían a la cima, donde tenían lugar los rituales religiosos. Este ejemplo y mayor exponente de la arquitectura monumental de la antigua Mesopotamia, era para aquellas primeras culturas una conexión única entre lo terrenal y lo divino.
OBRAS DESTACADAS DEL ARTE EN MESOPOTAMIA
Aunque muchas de las obras originales del arte en Mesopotamia han desaparecido, debido al paso del tiempo y a los diversos conflictos sucedidos durante siglos y siglos, muchas son las que aún se conservan o de las que podemos hablar gracias al trabajo de historiadores y arqueólogos. Pero, ¿cuáles son las más representativas y destacadas?
Estela de Hammurabi (en torno al 1754 a.C.): la llamada “Estela de Hammurabi” es uno de los monumentos más destacados de la antigua Mesopotamia. Tallada en diorita, representa al rey Hammurabi de Babilonia recibiendo las leyes de manos del dios Shamash, por lo que es un testimonio fascinante de la justicia y de la administración que se impartió durante aquella remota época.
Dichas leyes, que pasarían a llamarse “Leyes de Hammurabi” o “Código de Hammurabi”, están inscritas en la parte superior de la estela con una representación en la parte superior de Hammurabi y Shamash, como en una conexión entre lo divino y lo terrenal.
Relieves asirios de Nínive (en torno al 700 a.C.): estos relieves representan distintas escenas de caza, batallas y rituales, como el “León Herido” o la “Caza del Toro Alado”, y decoraban los palacios reales de la antigua ciudad de Nínive, la tierra del famoso rey Asurbanipal.
Destaca en ellos la destreza técnica de los artistas asirios y la capacidad que tenían ya por aquel entonces de capturar el movimiento y la emoción, convirtiéndolos en increíbles registros visuales de la vida cotidiana y de las glorias militares de los reyes asirios.
Puerta de Ishtar (en torno al 575 a.C.): la Puerta de Ishtar es una entrada monumental que formaba parte de la muralla de la antigua ciudad de Babilonia, y que está decorada con relieves de animales míticos y dioses, como el dragón Mushhushshu o la diosa Ishtar.
Una obra maestra de la arquitectura que refleja la opulencia de la antigua Babilonia y que sirve como testimonio visual de la mitología y de la adoración que sentían por los dioses aquellas primeras ciudades.
VÍDEO SOBRE EL ARTE MESOPOTÁMICO
