Las vacas son mamíferos domesticados y una de las especies de ganado más comunes en todo el mundo, pues han sido domadas por los seres humanos durante miles de años para su uso en la producción de carne, leche y otros productos. Hablamos de animales rumiantes, lo que quiere decir que las vacas tienen un sistema digestivo que regurgita lo ingerido, y también cuentan con cuatro compartimentos en su estómago.
Existen muchas razas diferentes de vacas, cada una con sus características específicas: productoras de leche, productoras de carne…por lo que son animales mamíferos muy comunes que se crían en una gran variedad de climas y entornos, y cuya distribución global se debe en buena medida a su adaptabilidad y utilidad en la producción agrícola. Sin embargo, es probable que la India sea el país donde más vacas puedas ver, a lo que se añade la importancia cultural y religiosa que este animal tiene para la religión hindú.
En cuanto a su desarrollo, debes saber que las vacas comienzan su vida como terneros, y luego se convierten en novillos, que son machos no castrados, o en vaquillas, que son las hembras jóvenes. Con el tiempo, las hembras que tienen crías pasan a llamarse “vacas”, y los machos castrados “bueyes”.
Qué comen las vacas
Además de ser animales rumiantes, las vacas son animales mamíferos de tipo “herbívoro”, es decir, que se alimentan generalmente de plantas, así como de otros tipos de vegetales y forrajes. Debes tener en cuenta que las vacas pasan gran parte de su tiempo pastando en campos abiertos y disfrutando de todas las hierbas y el pasto que haya a su alcance, lo que hace que, en situaciones en las que el pasto es escaso, o durante los meses de mucho frío, las vacas se alimenten de heno, que es otro tipo de pasto pero seco y almacenado.
Pero además de pasto y heno, las vacas también consumen diversos forrajes, que pueden incluir leguminosas como la alfalfa, o incluso recibir suplementos nutricionales adicionales, como concentrados o subproductos habituales en las granjas para garantizar una dieta equilibrada a estos animales tan importantes.
Dónde viven las vacas
Las vacas son animales herbívoros con una gran facilidad de adaptación, que pueden encontrarse en una variedad de entornos, desde grandes ranchos hasta pequeñas explotaciones familiares. Aunque por lo general las vacas suelen vivir en pastizales y granjas donde tienen acceso a áreas abiertas para pastar y moverse a su aire. En algunas de esas granjas, de hecho, las vacas pueden tener también acceso a establos, especialmente durante los meses que presenten condiciones climáticas más adversas.
Durante la temporada de cría o en situaciones específicas, las vacas pueden estar también en corrales para un mayor cuidado, o bajo sistemas de pastoreo rotativo, con el que las vacas se mueven entre diferentes áreas de pasto para evitar el sobrepastoreo y permitir la recuperación de esta hierba.
Otros datos curiosos sobre las vacas
- ¿Sabías que las vacas tienen dientes en la parte inferior de su boca? Pues sí, pero en la parte superior tienen una gruesa capa de tejido llamada “paladar dental” en lugar de dientes, y les sirve para arrancar la hierba de una manera más eficaz.
- Además, las vacas tienen un olfato muy desarrollado, lo que hace que puedan detectar olores a grandes distancias y que incluso los puedan recordar.
- Las vacas son también animales muy sociables, y se cree que son capaces de comunicarse con diferentes sonidos y vocalizaciones, como los mugidos, los gruñidos y los bufidos. ¡Incluso pueden manifestar así cómo se sienten o está su estado anímico!
- Como hemos visto antes, las vacas tienen en su estómago cuatro compartimentos, lo que les permite ingerir grandes cantidades de comida y de manera rápida, para después regurgitarlos y volvérselos a comer. Algo que, aunque suene un poco raro y nos desagrade… ¡facilita mucho la digestión!
- Una digestión que por otro lado es bastante pesada, pues produce gas metano, un gas de efecto invernadero que, desgraciadamente, hace más grande nuestra huella de carbono y el empeoramiento de la calidad del aire. ¡Y huele francamente mal!
- Y por si todo esto fuera poco, las vacas disponen de un maravilloso campo visual de casi trescientos grados, que les permite mantener a raya a los depredadores, así como un gran interés musical, como manifiestan muchos ganaderos. ¡Las vacas disfrutan mucho de una vida plácida y relajada! Por eso, si alguna vez se pierden, saben recordar de dónde vienen y volver a casa sin sobresaltarse lo más mínimo.
