Los salmones son peces migratorios que pueden vivir en distintos entornos acuáticos a lo largo de su vida. Podemos encontrarlos de diferentes especies, como el salmón chinook, el salmón coho o el salmón rosa, aunque todos tienen un ciclo de vida caracterizado por las migraciones, al igual que los atunes, por lo que probarán tanto el agua salada como la dulce a lo largo de su existencia.
Los salmones pertenecen a la llamada familia “Salmonidae”, y en concreto al género “Oncorhynchus”, y tienen un ciclo reproductivo muy curioso que les lleva a poner sus huevos en ríos y arroyos de agua dulce, donde permanecen las crías hasta el término de su infancia, migrando de nuevo hasta los océanos para poder alimentarse y seguir creciendo hasta su momento reproductivo, donde se inicia de nuevo el ciclo. Durante dicha reproducción, las hembras dejan de alimentarse y tiran de reservas de energía acumuladas para llegar a destino y, una vez allí, excavan hoyos llamados “nidos” en zonas específicas del lecho de los ríos y en ellos depositan los huevos fertilizados.
Una vez eclosionados los huevos, las crías del salmón o “alevines” permanecen en el agua dulce durante sus primeras etapas de vida, como acabamos de ver, y así hasta que comienzan su propio ciclo migratorio hacia el agua salada, un proceso asombroso en el que incluso pueden llegar a adquirir colores plateados, desarrollando la capacidad necesaria para poder sobrevivir en su nuevo ambiente. Durante ese viaje, y a lo largo de su vida, además de prepararse para el agua salada deberán hacerlo para sobrevivir, enfrentándose a serias amenazas como la de otros animales marinos depredadores o a la pesca comercial y deportiva.
Qué comen los salmones
En sus primeras etapas de vida, los salmones consumen principalmente zooplancton, que son pequeños insectos acuáticos y larvas que les resultan deliciosos, para pasar después a una dieta más variada compuesta por peces más pequeños, crustáceos y calamares, por lo que podemos decir que el salmón es un animal omnívoro. Su dieta, compuesta por alimentos grasos y ricos en proteínas, es fundamental para ayudar en todo su importantísimo proceso migratorio.
Dónde viven los salmones
Los salmones pasan la mayor parte de su vida adulta en el océano, donde se alimentan y crecen hasta su reproducción. Esto quiere decir que pueden llegar a recorrer distancias muy amplias (lo que dependerá también de la especie), volviendo llegado el momento a su lugar de nacimiento, los ríos y los arroyos, para volver a iniciar así el ciclo de la vida.
Así, y aunque dependerá de en qué momento vital se encuentre cada salmón, podrás verlos de manera común en lugares como ríos y arroyos de América del Norte, noroeste del Pacífico, Estados Unidos y Canadá, así como también en regiones de Europa y Asia.
En el caso del salmón del Atlántico, este se encuentra en áreas del océano que lleva su nombre, yendo hasta los ríos de Europa o de América del Norte para poner sus huevos. Otras especies de salmones, como el salmón chinook, el coho o el sockeye, se encuentran también habitualmente en la región del Pacífico.
Otros datos curiosos sobre los salmones
- Los salmones son peces muy saltimbanquis, llegando a saltar incluso cascadas durante su proceso migratorio. ¡Les encantan las piruetas y verlo es todo un espectáculo!
- Además, los salmones tienen un sentido del olfato muy bueno, pues se cree que pueden reconocer hasta el olor del agua de su río de nacimiento después de haber atravesado los océanos. ¡Son como detectives de los olores acuáticos!
- Y debes saber que las hembras de salmón son especialmente inteligentes pues, cuando escarban sus hoyos para desovar en el fondo del río, los cubren después con grava para protegerlos. ¡Protegen con mucho cariño a sus alevines!
- Los salmones enfrentan muchos peligros durante sus viajes, y hasta tienen que enfrentarse a osos en determinadas zonas que intentan darles caza con sus propias garras. ¡Tienen una vida muy arriesgada!
- En algunas especies de salmones los machos y las hembras tienen colores diferentes durante la temporada de desove, volviéndose los machos más rojos y las hembras de tonalidades más plateadas.
- Son peces que tienen una capacidad increíble de resistencia a la deshidratación, pudiendo sobrevivir fácilmente y durante largo tiempo si baja la marea y se quedan encallados en pequeños charcos en la arena. La supervivencia es sin duda su lema, aunque siempre bajo el ritmo de un corazón que late de 10 a 15 veces por minuto de manera normal, y hasta 120 veces por minuto cuando se encuentra nadando río arriba. ¡Un ritmo de locura el de los salmones!